Un estudio especializado basado en primates develó que existe una relación entre la dimensión de los genitales y la belleza masculina. ¡Leé de que se trata!
Para sorpresa de muchos, tener un aparato reproductor masculino más grande no es garantía de éxito para tener relaciones sexuales. Así lo establece un estudio de la Universidad de Australia Occidental (UWA) y la Universidad de Zúrich, que investigaron los indicadores de virilidad entre primates.
El estudio, publicado en “Proceedings of the Royal Society B”, se centró en la variación en el tamaño de los testículos y en la belleza masculina. La investigación revela que los primates que son considerados “más atractivos” tienen los testículos más pequeños. Eso se debe a que les permite investir mayor potencial genético en el atractivo externo.
De acuerdo a los científicos, la competencia a la que se enfrentan los primates les lleva a portar adornos sexuales. De esta maneras hay algunos que se vieron potenciados sus características físicas con el fin de atraer a las hembras, como pestañas largas o extravagantes melenas.
La investigación se basó en más de 103 especies de primates, incluidos los humanos, y demostró por primera vez que los ornamentos se producen en proporción del tamaño de los testículos y la producción de esperma, o simplemente, al menos en primates, los machos más vistosos tienen los testículos más pequeños.