El papa Francisco lavó hoy los pies de 12 detenidos de una cárcel de las afueras de Roma y pidió que el gesto sirva “para que seamos más amigos y hermanos en el servicio a los demás”.
“Es un gesto que hacían los esclavos, cuando no había asfalto en las calles y la gente llegaba a las casas con polvo en los pies. Y es lo que hace Jesús: un gesto de esclavo, él que tenía todo el poder”, recordó el pontífice al celebrar la misa de la Cena del Señor, según se denomina en la tradición católica.
Tras el mensaje, el pontífice lavó los pies a 12 de ellos: nueve italianos, un brasileño, un marfileño y un marroquí.