En los supermercados provinciales la baja mostró picos del 11%, dependiendo de la región del país.
La situación se agrava en el caso de los supermercados provinciales, donde los niveles de caída de ventas llegaron a picos del 11%, y “ya se completaron 15 meses seguidos de descenso” en la actividad, afirmó el vocero de las cámaras FASA y CAS, Fernando Aguirre.
Desde las grandes superficies comerciales señalaron que “el consumo cayó 4% en promedio en marzo”. Hubo nuevos intentos por combatir la recesión, aunque sin éxito: las cadenas siguen con la fórmula de instrumentar promociones, bonificaciones y pagos financiados en muchos casos, pero los consumidores cada vez compran menos y visitan los locales pocas veces al mes.
Más aún, se observa un escenario con nuevos despidos en bocas comerciales para los próximos meses de 2019 ya que no ven “que el consumo muestre señales de recuperación a menos que el Gobierno tome una medida inesperada y no hay argumentos objetivos para poder mantener los mismos planteles de personal”, dicen en las grandes cadenas. El plan de Precios Cuidados se renovó hasta el 6 de mayo, aunque su escasez en las góndolas es notoria, y según todas las fuentes, “no mueve la aguja”.
La incidencia de las promociones es tal, que la venta de bienes no alcanzados por ofertas seductoras cae por encima del promedio del 4%. La oportunidad de ahorro es la variable que más pesa, en una coyuntura donde las marcas propias de los hipermercados quedan relativamente bien posicionadas, respecto al resto de los artículos. Aunque la situación de los alimentos es la más preocupante, los artículos de limpieza son los que tienen una gran retracción, con descensos de más del 6%.
De acuerdo con los datos provistos por los supermercados provinciales, se observa un mapa del consumo donde en el interior del país la baja de las compras es mayor que en el área metropolitana, especialmente si la comparación es con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Además, en una política especulativa que agrava el cuadro de situación, algunas empresas lácteas desabastecen al mercado de segundas marcas de leche fluida, por lo que los consumidores se ven obligados a comprar las marcas más caras, ante los controles insuficientes del gobierno.
Como adelantó este medio, la venta seguirá racionada para el consumo familiar hasta el mes de mayo.