El cuerpo de Antonela Rocío Bernhardt, de 27 años, estaba tirado en el piso a un costado de su cama, en medio de un charco de su propia sangre. La degollaron en un inquilinato de la ciudad misionera de Posadas y su asesino, que era su novio, fue filmado por los vecinos cuando escapaba del lugar.
La mujer que le alquilaba el departamento a la víctima fue quien encontró su cuerpo. Había escuchado gritos y una fuerte discusión este jueves al mediodía y preocupada por su inquilina se acercó hasta la puerta.
Alcanzó a grabar con su celular al sospechoso, un hombre con barba, remera roja y un morral negro, salía del lugar y segundos después, al advertir su presencia, volvía sobre sus pasos y miraba a través de la ventana. La actitud podría haber sido parte de un saludo simulado a su novia, o un intento por confirmar que estuviera muerta.
“Yo le decía a Antonella que salga, que yo la estaba llamando”, contó la dueña. El hombre le dijo que no podía “porque se estaba bañando”, pero ella insistía. “Quiero ver cómo estás”, la alentaba, pero la joven no respondía.
En ese momento el acusado se fue del lugar diciendo que iba a comprar comida y que volvería pronto. La mujer aprovechó para entrar al departamento, pero ya era tarde para salvarla. Antonella estaba muerta y tenía un corte profundo en el cuello. Con el video como prueba y el testimonio de los vecinos en línea, la policía ubicó al acusado a pocas cuadras de la pensión.