El martes de abril al mediodía, los vecinos de Adelina Este en Santo Tomé preparaban el almuerzo del feriado cuando de repente comenzaron a escuchar tiros. En la intersección de las calles Alfonsina Storni y Remedios de Escalada de San Martín dos grupos de jóvenes se pelearon a los balazos y la gente de la zona se refugió como pudo para evitar que una “bala perdida” provoque una tragedia.
Los vecinos no llamaron a la Comisaría 16°, la que tiene jurisdicción en esta zona de Santo Tomé que limita con Sauce Viejo, sino que directamente marcaron el número de Prefectura. Es que sospechan de la extraña pasividad que mostraron los policías en los frecuentes robos que vienen padeciendo. Cuando las casas están solas, los ladrones entran y se llevan la bomba de agua, la garrafa, las herramientas y todo lo que esté a mano. En los últimos diez días robaron dos casas.
El día del tiroteo, Gendarmería detuvo a dos hombres que pertenecen a una conocida familia de la zona. En el operativo, les secuestraron “tres tumberas” pero en una hora y media los dos estaban de vuelta en su casa, por decisión de la Justicia, y miraban desafiantes al resto de los vecinos. “Tardaron menos en volver, que nosotros en hacer la denuncia. Hasta les pagaron el remise”, aseguró uno de los vecinos, que dialogó con Aire Digital.
Es una familia que conocen todos: son 24 personas que viven juntas (7 mayores y 17 menores) en una sola casa. Los vecinos presenciaron situaciones de violencia familiar, otros tiroteos y están convencidos de que están detrás de la mayoría de los robos (la policía encontró a uno de ellos, que es menor, dentro de uno de los domicilios robados).