El recorte afecta a las aseguradoras. Sus clientes se pasan de las coberturas contra todo riesgo a las intermedias o básicas.
Actualmente, un 30% de los clientes están bajando sus coberturas para vehículos y en las viviendas.
Los Andes dialogó con algunos referentes de la actividad y productores de seguros experimentados, y todos coincidieron que de 3 de cada 10 personas bajan de alguna manera los costos mensuales que pagan, lógicamente, por una menor protección ante siniestros o robos.
“Desde hace unos meses se viene produciendo una polarización. La clase media y los sectores más humildes deciden bajar sus coberturas, y la clase más alta por el contrario las aumenta. Estos últimos prefieren pagar más y que frente a un problema se haga cargo la compañía, a que sean ellos los que corran con los gastos del algún imprevisto”; comentó el vicepresidente de la Asociación de Productores Asesores de Seguro de Cuyo, Edgardo Juschniuk. Añadió que los que pagan más son un sector reducido de la sociedad, la mayoría tiende al recorte.
“En cuanto a los vehículos, la clase trabajadora, hablamos de docentes, empleados públicos, trabajadores de la salud, está pasando de las pólizas contra todo riesgo a la intermedia”, detalló un productor. De esta manera, en líneas generales, reducen la cuota de unos $2.500 a los $1.500 o $1.700.
Incluso hay clientes que hacen el recorte aún más grande, y terminan abonando entre $600 a $1.000 por el servicio más básico para los automotores, denominado de responsabilidad civil y obligatorio para circular en rodados.
Hoy el mercado está vendiendo menos autos cero kilómetro y usados, y lo mismo pasa con las motos. “Como consecuencia, los seguros se venden menos y se ven afectados, lo que quizás no pasa con otros que se siguen manteniendo”, señaló Miguel Setien, vicepresidente de Triunfo Seguros. Agregó que la gente no tiene cómo afrontar las cuotas y baja las coberturas. Incluso hasta hay un porcentaje que ha dejado de tener seguros. “Son ciclos, uno que lleva mucho en esta actividad ya tiene estudiado estos movimientos. La situación nacional en cuanto al poder adquisitivo es mala, y dentro de ese parámetro en donde el consumo ha bajado, el seguro es un producto más” añadió Setien.
“Es un momento difícil y se notan las disminuciones. Por ejemplo, hay empresas constructoras que paran sus obras porque no pueden darle cobertura a los obreros. Más allá de esto, estamos en un rubro que en general tiende a mantenerse y es solvente”, resaltó Juschniuk, de la Asociación de Productores.
En las viviendas, también 30% decide reducir costos, pero aquí hay una diferencia y es que directamente los clientes les dan de baja y eligen ahorrar por este lado. Estos seguro se denominan Combinado familiar voluntario.