La causa por la muerte de Antonella Olmedo, la joven que trabajaba en una panadería Colella del sur de Santa Fe, llegó a su fin. El resultado es el menos deseado por la familia de la víctima. Los acusados se vuelven a sus casas con una condena en suspenso luego hacerse responsables de la muerte de la trabajadora por una explosión en el año 2015.
“Una justicia siempre empañada y manoseada. Me voy con las manos vacías, sin mi hija y sin la justicia que vine a buscar”, declaró Marcela, mamá de la víctima.
A raíz de un juicio abreviado, acordado por ambas partes, se dictó la pena de 3 años en suspenso para Nadia Sánchez, y 2 años y medio para Nicolás Colella y Martín Wexler.
En tanto, Gustavo Arreguez, quien tenía un kiosco al lado de la panadería, fue sobreseído.
Los condenados fueron obligados a pedir disculpas públicas a la familia de Antonella y a erogar una suma de dinero, que la familia rechazó, y será convertida en alimentos para la Casita de las Madres, del hospital de Niños Orlando Alassia.
“Es una Justicia corrupta, injusta, donde salen beneficiados los poderosos y los pobres nunca llegamos a alcanzar lo que nuestros familiares merecen”, concluyó Marcela.