La futbolista santafesina Macarena Sánchez Jeanny pateó el tablero en enero, cuando decidió demandar a su ex club -UAI Urquiza- y a la AFA por su irregular situación laboral y por la falta de reconocimiento a sus años cómo jugadora de fútbol.
Desde allí comenzó un camino que llegó a lo más alto: en marzo el presidente de la AFA, Chiqui Tapia, anunció el comienzo de la profesionalización del fútbol femenino. Macarena fue un eslabón fundamental en esta cadena de reclamos y luchas que muchas mujeres del fútbol vienen construyendo desde hace décadas.
Pero ese proceso, hasta ahora, sólo alcanza a los clubes que militan en la Primera A de AFA, y que son todos de Buenos Aires. Por eso la futbolista volvió a Santa fe para encontrarse con sus pares y pensar, debatir e imaginar las salidas posibles y un plan de lucha para lograr la profesionalización del fútbol femenino en la región.
La convocatoria tuvo lugar en Camco (Pedro Vittori al 4.300), donde Radio EME tuvo la posibilidad de charlar con la futbolista, quien expresó que “todo esto surgió a partir de mis ganas de conocer mis ganas un poco más sobre las problemáticas que afrontan las mujeres que están perteneciendo a la Liga Santafesina, a través de la Senadora María de los Ángeles Sacnun estamos intentando armar un proyecto de ley para que las jugadores no tengan que poner plata de su bolsillo y puedan dedicarse a jugar“.
A su vez, Macarena manifestó que “la verdad sería buenísimo que el fútbol femenino sea federal y no sólo en Capital Federal; la idea es empezar de a poco, sabemos que hay cosas básicas por cambiar antes de que se de la profesionalización“.
“Por el amor y cariño que le tengo a la ciudad, nunca pude jugar un partido oficial en Santa Fe y me quedó ese sabor amargo de no haber podido hacerlo“, lamentó la deportista nacida en la capital de la provincia.
Por último y sacando una conclusión más general de la temática, Macarena Sánchez dijo que “la mediatización y la visibilidad que logró el fútbol femenino en los últimos meses fue fundamental para generar la presión necesaria para que los clubes y la AFA entiendan nuestros reclamos. Ellos los tomaron, nos escucharon y materializaron eso, nunca en la vida se habló tanto del fútbol femenino y marcó un precedente sobre las problemáticas“.