Mientras regresaban a su casa con su hijo mayor y el nuevo integrante de la familia que no bajaron en el domicilio.
La situación era ideal: volvían en el taxi a su casa, felices, con su hijo mayor de 1 año y su pequeño hermanito recién nacido. La madre había estado en trabajo de parto y se encontraba agotada. El padre se ocupó de pagarle al taxista, pero, por alguna razón al llegar a su casa bajaron todo menos lo más importante. El nuevo integrante de la familia quedó en el taxi que los había traído de vuelta del hospital.
Al percatarse, el padre inmediatamente empezó a perseguir al taxi a las corridas, pero este nunca lo vio. El taxista tampoco se dio cuenta de que en el asiento trasero viajaba el pequeño recién nacido, así que se alejó tranquilamente hacia la ciudad.
En plena hora de almuerzo, el conductor dejó el auto en un estacionamiento subterráneo de Hamburgo para bajar a comer algo. El bebé seguía adentro. Un rato después volvió al vehículo y continuó con su recorrido, en busca de pasajeros.
Circuló hasta el aeropuerto en donde levantó a un nuevo pasajero. Recién ahí se dio cuenta de lo que había sucedido. El pasajero se encontró con el bebé en el asiento trasero. En ese momento, conductor llamó a la Policía de Hamburgo, que llegó junto a una ambulancia para examinar al bebé.
Por suerte, este estaba sano y salvo y se dio avisó a los padres para coordinar el reencuentro familiar. ¡Insólito!