Los palestinos aceptaron la madrugada del lunes un alto en fuego con Israel en la Franja de Gaza, tras la mayor escalada de la tensión desde 2014, que despertó el fantasma de la guerra.
Los disparos de cohetes palestinos y los ataques israelíes en represalia que sacudieron desde el sábado el enclave -atrapado entre Israel , Egipto y el mar Mediterráneo- y las ciudades israelíes cercanas a Gaza cesaron antes del amanecer.
Tras dos días de tensión en los que murieron por lo menos 23 palestinos y cuatro israelíes, el vecino Egipto , árbitro tradicional entre palestinos e israelíes en Gaza, logró un acuerdo de cese de las hostilidades que entró en vigor a las 4.30 (hora local). Así lo indicaron, bajo condición de anonimato, un funcionario egipcio, un responsable del movimiento islamista Hamás (en el poder en Gaza) y un responsable del grupo aliado Yihad Islámica (segunda fuerza en el territorio). Por el momento, no hubo confirmación del lado israelí.
Según el responsable de la Yihad Islámica, el acuerdo alcanzado esta madrugada se basa en una relajación del bloqueo de la Franja de Gaza por parte de Israel. De esta manera, prevé medidas relativas a las zonas de pesca gazatíes en el Mediterráneo y una mejora del suministro de electricidad y combustible en el enclave. Allí, alrededor de dos millones de personas fueron duramente golpeadas por las guerras, la pobreza y el bloqueo que Israel impone desde hace más de 10 años.
Por su parte, Wisam Zoghbar, representante del Frente Democrático para la Liberación de Palestina en Gaza, confirmó en un comunicado que el acuerdo establece el cese de los ataques de Israel contra Gaza.
Desde el sábado se dispararon desde Gaza unos 690 cohetes, de los que más de 500 alcanzaron el territorio israelí, y 35 cayeron en zonas urbanas, según un recuento del ejército israelí.
Este, por su parte, afirmó haber golpeado más de 350 objetivos de Hamás y la Yihad Islámica en toda la Franja de Gaza, apuntando sobre todo contra talleres de fabricación de cohetes, almacenes de armas, posiciones y bases militares, así como un túnel de la Yihad Islámica hacia Israel y edificios que alojaban oficinas de Hamás.
Entre ellos figura Hamad al Jodori, presentado por el brazo armado de Hamás como uno de sus comandantes, en tanto que el ejército israelí lo identifica como un responsable de envíos de dinero iraní destinado a Hamás y la Yihad Islámica.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu , había ordenado el domingo la continuación de los “ataques masivos” y el envío de refuerzos militares alrededor de la Franja de Gaza.
Por su parte, el presidente Donald Trump aseguró este domingo el total apoyo de Estados Unidos a Israel. “Una vez más, Israel enfrenta una serie de mortales ataques con cohetes por los grupos terroristas Hamás y Yihad Islámica. Apoyamos a Israel 100% en la defensa de sus ciudadanos”, tuiteó Trump.
Poco después, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del “portaaviones USS Abraham Lincoln y una fuerza de bombarderos al Comando Central estadounidense en la región”, precisando que se trataba de un mensaje “claro e inequívoco” a Irán.
“Estados Unidos no está buscando una guerra con el régimen iraní, pero estamos completamente preparados para responder a cualquier ataque”, dijo en un comunicado dirigido al régimen iraní, sin dar más detalles.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, había declarado la noche del domingo que era “posible un regreso a la calma” si Israel se compromete a mantener un “alto el fuego total”. Si no, se corría el riesgo de “varios ciclos de confrontación”, añadió.
Crisis crónica
La Franja de Gaza es escenario desde 2014 de repetidas escaladas de tensión, ante la ausencia de un reconocimiento de Israel por Hamás y de cualquier indicio de una solución al conflicto israelo-palestino.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, volvió a pedir el domingo una “contención máxima” y una “desescalada inmediata”.
Por su parte, el movimiento libanés Hezbolá condenó “con fuerza la agresión sionista bárbara y continuada”, y denunció en un comunicado “el silencio internacional y árabe”.
El yerno y consejero de Trump, Jared Kushner, prometió recientemente que desvelará su plan de paz para la región tras el fin del ramadán, a inicios de junio. No se espera que sus propuestas hagan referencia a la creación de un Estado palestino que coexista con Israel. Esta es la llamada solución de dos Estados, defendida por la diplomacia internacional desde hace años.