Durante toda la jornada de ayer, los testigos hablaron de los días previos a la explosión del edificio de Salta 2141. De la inspección realizada por técnicos de Litoral Gas el 25 de julio, cuando se decidió cortar el suministro, los trabajos realizados por el gasista José Luis Allala. Y la forma en que se decidió rehabilitar el servicio.
En esa secuencia cobró protagonismo una marca amarilla, dejada en la vereda del edificio por el primer inspector de la empresa. Era para indicar un trabajo que debía hacerse en la cañería que llegaba al edificio. Pero la obra nunca se contrató.