Una hora bailando ritmos latinos y realizando coreografías fáciles de seguir permite un entrenamiento de todo el cuerpo y genera beneficios tanto físicos como emocionales
El Zumba es una disciplina fitness creada a mediados de los 90, pero que tuvo su auge en los últimos años. Surgió con el objetivo de mantener un cuerpo saludable mediante el desarrollo de la flexibilidad del cuerpo, a través de movimientos de baile combinados con una serie de rutinas aeróbicas.
¿En qué consiste? En una hora de entrenamiento bailando ritmos latinos en un ambiente similar al de un boliche, donde se realizan coreografías fáciles de seguir para lograr un entrenamiento de todo el cuerpo.
Entre sus principales beneficios, se reconocen el entrenamiento físico aeróbico, la ejercitación de la memoria y la coordinación, pero sobre todo, la elevación de la autoestima.
Jennifer Trabilsi, bailarina profesional egresada de la escuela de Julio Bocca e instructora de Zumba en su espacio “Yo quiero Zumba”, comentó a POPULAR que sus clases son una “fiesta del acondicionamiento” del cuerpo. “Zumba es como un boliche pero con ropa deportiva. En mis clases pongo luces para que mis alumnas sientan que no hay edad para divertirse. En general van mujeres que no van a bailar, entonces las invito a esta actividad para que disfruten y rompan con los estándares de la edad”, describe.
Gracias a esta disciplina, las personas que las practican realizan un importante ejercicio aeróbico casi sin darse cuenta. “Es una actividad distinta, lo opuesto al gimnasio, porque entrenás todos los músculos pero de forma divertida, donde se te pasa la hora y no te das cuenta que estás entrenando. Es como cuando vas a un casamiento y bailás 12 horas y no te das cuenta hasta que te sacás los zapatos y no podés caminar”, compara.
Este tipo de entrenamiento está recomendado para personas de todas las edades, ya que al no representar un esfuerzo físico, no tiene limitaciones. “En mi clase tengo mujeres desde los 25 hasta más de 60 años que entrenan cada una a su ritmo. Porque no es una actividad ni para una edad determinada ni para un cuerpo determinado”, explica.
Además de que en una sesión se pueden quemar de 50 a 300 calorías y tonificar los músculos, entre los beneficios emocionales se pueden mencionar que ayuda a liberar tensiones, aumenta el buen humor y eleva la autoestima.
Al respecto, Jenni cuenta: “La primera clase mis alumnas vienen vestidas de negro y súper tímidas. Con el tiempo se visten de flúor y no les importa nada, no importa el cuerpo o la apariencia, porque vienen a divertirse, a bailar y a generar vínculos”.
Para la mujer es un momento único, una hora dedicada 100% para ella donde se genera un ambiente de diversión, alegría y buena onda. Al finalizar la clase, las chicas salen felices, renovadas, empoderadas y recargadas de energías. “Hoy las mujeres están en otro lugar, donde se permiten tomarse una hora al día para hacer lo que les gusta y les hace bien. Y con Zumba les pasa que no lo cambian por nada, lo tienen como una prioridad”.
A partir de las clases de Trabilsi se generó una comunidad de mujeres que no solo disfrutan bailando juntas, sino que también convoca a sus alumnas para que filmen un videoclip, organizan viajes al interior del país y salidas recreativas, con la diversión como condimento principal.