A mayo los costos del sector acumulan un alza interanual de 69,4% (base cargas generales, trayecto Córdoba-Buenos Aires). Gran parte de ese incremento es consecuencia de la devaluación, que incidió indirectamente a través del costo del gasoil (87,4% de alza en el período) y de la reposición de camiones (89,1%). El componente laboral, tanto salarial como no salarial, subió 40,8% en el mismo lapso.
Los datos se desprenden de un informe del foro de análisis económico del autotransporte de cargas de la Cámara Empresaria del Autotransporte de Cargas de Córdoba (Cedac). Las subas de costos se registraron -según el informe- en un contexto en el cual las tarifas, para la mayoría de los tipos de cargas, suben menos que sus componentes.
En Rosario, Macri dijo que la Argentina “tiene el costo de transporte más alto de la región, producto de privilegios acumulados en forma ilegal y arbitraria por Hugo y Pablo Moyano, que llevan a tener el costo del camión más alto”. El trabajo de la Cedac apunta que para manzanas recolectadas en Río Negro y transportadas a Córdoba la incidencia en góndola de ese costo está debajo del 4%, igual que para los limones tucumanos.
El porcentaje es similar para gaseosas y mayor para la leche fluida (8%, suponiendo recolección en Buenos Aires). En productos de mayor valor agregado, como las autopartes, la incidencia alcanza el 1% (suponiendo el transporte desde Córdoba al Gran Buenos Aires).
Un trabajo del Ministerio de Transporte en el marco de la Mesa Nacional de Logística estimó una incidencia mucho más elevada de los costos logísticos sobre los productos. Por ejemplo, para la leche lo lleva a 17,5% sobre el valor mayorista y a 25,5% al público. Entre los costos logísticos se tomaron en cuenta transporte (flete corto en origen, flete largo desde zona de producción al AMBA) y almacenamiento en centros de distribución. Según el reporte, equivalen a 7,2% en la lata de durazno en conserva y a 14% en el vino.
“Aun cuando estos porcentajes están muy por debajo de los mencionados públicamente, no hay que perder de vista que la competitividad de los distintos sectores productivos se juega en números pequeños. Ganar competitividad es un proceso arduo, porque requiere grandes esfuerzos para pequeñas reducciones de costos, pero se trata de un proceso ineludible”, describen en la cámara.
Para la Cedac, la tarifa promedio para cargas generales “no cubre beneficios empresarios, costo de oportunidad del capital invertido ni costos de reposición de camiones, lo que pone en serio riesgo la sustentabilidad del sector”. Agrega que, frente a esa situación, las empresas “terminan acumulando deudas, como las tributarias, que generan caída de acuerdos de descubierto y descuento de cheques con los bancos y embargos judiciales, todo lo cual las complica no solo financieramente, sino también operativamente”.
El análisis realizado por la consultora Economic Trends revela que el problema se agrava por la caída en los volúmenes transportados, producto de la recesión: una reducción de 10% en las cantidades sube 4,7% los costos totales. Con caídas de entre 20% y 30%, el alza es de entre 10,7% y 18,4%, respectivamente.