Durante su visita a Santiago del Estero, la precandidata a vicepresidenta se refirió a los problemas que traerá el nuevo endeudamiento con el FMI.
La precandidata a vicepresidenta Cristina Kirchner está de visitas en Santiago del Estero por la presentación de “Sinceramente” y advirtió por las complicaciones y el arduo trabajo que le espera al próximo gobierno a raíz de la fortísima toma de deuda.
“Quiero decirles de mi absoluto compromiso de trabajar fuertemente para reconstruir un país que, no lo duden, va a atravesar grandes dificultades, más de las que tenemos. Sería mentirosa si les dijera que se va a solucionar mágicamente un endeudamiento tan brutal como el que tenemos en 3 años”, apuntó la senadora por Unidad Ciudadana.
En ese sentido, agregó: “Me dolió que aquella gesta que tuvimos junto con Néstor, en la que con Lula decidimos pagarle al Fondo para sacarnos esa tutela”.
“Ahora que el mundo ha decidido que el comunismo no va y quieren otra forma de vida, resulta que los que lucharon por el capitalismo no los quieren dejar consumir, es complicado”, reflexionó y apuntó a un contrato social.
“Siempre hablamos de la igualdad, pero no nos creemos iguales al otro creemos que somos mejores”, indicó y criticó la postura de pensar que lo que “uno que tiene no tiene nada que ver con un modelo económico y que no que no tiene es culpa suya”
“Esto va a exigir que discutamos en serio muchas cosas, porque no quiero tirar pálidas pero los dólares va a haber que devolverlos ¿Quién los va a poner? No se los vamos a poder pedir a los cartoneros de Grabois o al os camioneros de Moyano ¿Vamos a pedirle mas sacrificios la pueblo?”, siguió en referencia a la responsabilidades de los grupos de poder.
“Vamos a tener que hacer un nuevo contrato social de ciudadanía responsable donde nos pongamos de acuerdo no solo sobre los grandes lineamientos con metas cuantificables, verificables, porque una nueva decepción sería catastrófica”, aseveró.
En el mismo sentido pidió “una actitud nueva, acuerdo en las reglas de conveniencia” para “aprender a convivir con nosotros mismos y no insultándonos porque pensamos distinto”.
“Así no va más. Tengo la certeza de que estamos a tiempo de mirar lo que nos pasó, lo que nos está pasando y a partir de allí construir una mirada común, que no quiere decir pensar igual, pero si llegar a acuerdos básicos que nos permitan pensaron en un país con futuro”.