El personaje rosarino dialogo en Radio EME sobre el origen de su apodo, la repercusión de su video y su vida personal.
Es habitual que en nuestro fútbol que los hinchas del equipo ganador realicen cargadas a los que pierden. El año pasado, luego de la consagración de Rosario Central como campeón de la Copa Argentina, comenzó a circular en todas las redes una broma muy particular en forma de video.
El autor de esa broma era conocido como el “chingüengüencha”, un hincha de Central que les dice a otros hinchas a través de un video: “decías que era una Copa de leche, pero te la tomaste toda chingüengüencha”.
Ese personaje tiene nombre y apellido: Jairo Lucero, y dialogo con Radio EME sobre el surgimiento de su tan famosa cargada que se hizo viral: “El video surge por algo referido al fútbol. Acá justo sale campeón Central. Además, en ese torneo tuvimos un partido contra Newell’s, el cual le ganamos. Y tengo un amigo que es hincha de la Lepra, y que me venía tirando abajo con el campeonato, decía que la copa que ganamos era de leche. Y se me ocurrió decirle eso. Pero todo esto fue en un grupo de Whatsapp, eso es lo llamativo. Después se viralizó y fue impresionante”.
Actualmente, el video del “chingüengüencha” posee dos millones de reproducciones en Youtube.
Pero más allá de la cargada o de la repercusión que tuvo a través de los distintos medios y redes sociales, el personaje de Jairo trasciende más allá de lo digital. Desde hace mucho tiempo, el reconocido hincha del “Canalla” esta muy ligado a un comedor ubicado en el barrio que creció. En el “Alfarero” brinda su ayuda para que muchos puedan tener su plato de comida todos los días.
“Lo del comedor lo venimos haciendo desde antes que salga el video. Es un lugar que se encuentra en la calle en donde yo nací y me críe. Después de la repercusión del video, logramos hacer que la gente se arrime a ayudar al comedor”, comentó Jairo Lucero.
Además, contó cuantas personas frecuentan dicho comedor: “Al comedor van 40 personas. De chicos, van entre 25 y 30 nenes. Lo que sobra se lo llevan a sus casas”.
Por último, reconoció el esfuerzo de la gente del barrio por mantener activo el comedor: “La gente que realmente labura es la gente de ahí. Yo ahora solo trato de hacer los contactos para todas las donaciones”.
Testimonio de Jairo Lucero, alias el “chingüengüencha”: