El mundo del espectáculo despide hoy una de sus grandes figuras. Hilda Isabel Gorrindo Sarli, conocida popularmente como la “Coca” Sarli, murió a los 89 años. A principios de junio había sido internada por un fractura en la cadera y una sepsis urinaria. Su salud ya había demostrado cierta fragilidad hace un par de meses cuando tuvo un accidente doméstico por el que debió ser operada.
Isabel Sarli fue todo un símbolo del cine erótico en nuestro país. Su carrera comenzó en 1955 -cuando tenía 28 años- en su ciudad natal, Concordia (Entre Ríos), cuando fue elegida Miss Argentina. Con una sensualidad natural y un cuerpo exuberante y voluptuoso construyó su trayectoria en la pantalla grande. El director Armando Bó, quien con los años se convertiría en su pareja, fue quien la descubrió en 1956.
Su primera película de ese género fue El trueno entre las hojas, donde protagonizó el primer desnudo total del cine argentino. Ese largometraje -que dirigió Bó- resultó un éxito de taquilla y fue el puntapié inicial para otros títulos como Furia infernal, Favela, Carne, Fiebre, Fuego, Sabaleros, Embrujada e Insaciable. Pese a que muchas escenas de las películas que encabezó fueron censuradas, Sarli se instaló como una sex symbolen numerosos países como México, Paraguay, Panamá, Rusia, Japón y Estados Unidos.
En 1981, tras la muerte de Bó -con quien realizó más de 30 largometrajes-, la actriz se retiró de la escena. Retornó a la pantalla grande recién en 1996, a los 66 años, para protagonizar La dama regresa de Jorge Polaco y, en 1998, para actuar por primera vez en su vida en un teatro de revistas en la obra Tetanic. En el 2004 tuvo una participación especial en la tira juvenil Floricienta, donde interpretó el personaje de la madre de Malala (Graciela Stéfani). En el 2009, Sarli participó en dos producciones: Mis días con Gloria y Arroz con leche, a 19 años de su retiro.
En 2008, la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina la premió con el Cóndor de Plata en 2008 a la trayectoria. En octubre de 2012, la Coca fue reconocida como embajadora de la Cultura Popular Argentina. Ese mismo año, la actriz recibió en el Salón Dorado del Palacio Legislativo el diploma de Personalidad Destacada de la Ciudad de Buenos Aires.