El día de ayer asumieron en la Casa Rosada, tras evaluar el contexto político y jurídico, Juntos por el Cambio no tiene los votos necesarios en ambas cámaras parlamentarias y la Justicia electoral no avalaría esta decisión a 47 días de las PASO.
El gobierno nacional considera que las Primarias sin competencia electoral son un gasto público inútil, pero también evalúa los costos políticos de proponer su anulación ante un proceso institucional que ya está en marcha.
“Es payasesco lo que están planteando. Pierden miles de millones de dólares de reservas y se preocupan por cuánto van a gastar en las PASO. Es un mamarracho parlamentario. Es una actitud absolutamente falta de ética intentar cambiar las reglas de juego cuando ya está iniciado el proceso electoral. Demuestra el miedo que tiene el Gobierno de perder las elecciones”, dijo Agustín Rossi, jefe de la bancada de diputados del Frente de Todos.
“Las primarias deben cumplirse, eliminarlas es una decisión política”, señaló Jorge Di Lello, fiscal federal con competencia electoral. Y remató: “La suspensión de las primarias depende 100% de los legisladores; para que sea legal esta decisión, se necesita la mitad más uno de los miembros de cada cámara legislativa”.
Di Lello considera inapropiado cambiar ahora las reglas de juego, y marcó el obstáculo parlamentario que Cambiemos no puede superar en la actual coyuntura: sin los votos del peronismo, la propuesta de Alfredo Cornejo -titular del radicalismo- y de los legisladores oficialistas Graciela Ocaña, Pamela Verasay y el diputado Luis Petri, es sólo un gesto institucional al comienzo de la campaña proselitista.
En este contexto, Rogelio Frigerio, Francisco Quintana, Humberto Schiavoni y Sebastián de Luca se reunieron en las oficinas del Ministerio del Interior. En la reunión analizaron la arquitectura electoral de Juntos por el Cambio y además trataron la posibilidad de avanzar con el debate legislativo de un proyecto que suspenda las PASO.