Las pantallas de los teléfonos inteligentes pueden contener hasta 600 bacterias, 30 veces más que las 20 que hay en un inodoro.
Las bacterias de los smartphones son las mismas que las presentes en las esponjas de cocina. Y sin embargo es lo normal. Las bacterias están por todas partes: un kilo de nuestro peso corporal es culpa de los microbios de nuestro organismo.
Pero a la vista de tanta bacteria es probable que miremos a nuestro teléfono móvil con más desconfianza. Vamos con él a todas partes (en muchos casos literalmente), de modo que lo que toca es limpiarlo y limpiarlo adecuadamente. ¿Cómo? de la siguiente manera:
Desinfectar una vez al mes
La recomendación general es desinfectar una vez al mes nuestro teléfono. Para hacer ese repaso general, proponen limpiar el smartphone con un paño suave humedecido con una mezcla de una parte de agua destilada con tres de alcohol isopropílico, y secarlo.
Pantalla
Para la pantalla del móvil, lo mejor es usar un paño de microfibra o una gamuza como las de limpiar las gafas. Primero utiliza el paño para quitar el polvo y, a continuación, usa la gamuza. Para humedecerla no uses nunca limpiacristales. Mejor una mezcla de agua (80%) y alcohol (20%). Y si no, agua.
Bordes, botones y conectores
Conviene usar un hisopo de algodón para llegar mejor a las ranuras del dispositivo. Tiene que estar ligeramente húmedo.
Arañazos en la pantalla
Hay dos sustancias que pueden sernos útiles siempre que los arañazos sean leves. Frotar sobre el arañazo con un poco de pasta de dientes en un paño húmedo. O una pasta hecha a base de mezclar talco (66%) y agua (33%).
Agua y líquidos
Si el móvil se mojo o, peor, cayó al agua, hay que actuar con rapidez: apagarlo, secarlo y quitar la batería. Podemos “sumergir” el teléfono en arroz, arena para gatos o avena. El dispositivo debe reposar hasta dos días. En cualquier caso, recuerda que este truco no siempre funciona. Será más probable cuanto menos se haya mojado el smartphone.
Arena en la cámara
Si el móvil llenó de arena, especialmente la cámara, evita ese gesto natural de soplar, porque puede que estemos incrustando más la arena. Hay que limpiarlo con una brocha o un cepillo de dientes. Luego, con un paño seco, limpiamos la cámara.