Silvia Maldonado, la adolescente de 17 años que recibió un disparo en la cabeza por parte de la policía de Santiago del Estero durante un confuso operativo, murió esta madrugada en el Hospital Regional Ramón Carrillo .
Todo ocurrió el domingo pasado en el barrio Gas del Estado de la capital provincial en medio de un enfrentamiento entre efectivos policiales y vecinos. La víctima, madre de una nena de 2 y de un bebé de un mes, se encontraba internada con muerte cerebral.
Por el hecho, un total de ocho uniformados fueron aprehendidos y se registraron ayer al mediodía fuertes incidentes frente a la comisaría 5ta. El principal sospechoso del crimen es el cabo 1° José Abraham, quien está detenido y habría confesado ser el autor.
“Vamos a tener que esperar las pericias de Gendarmería. Hemos hecho intervenir a la Gendarmería porque el supuesto autor es un efectivo policial y así garantizamos la transparencia”, dijo Luis de la Rúa, fiscal general de Santiago del Estero.
El crimen de Silvia comenzó a gestarse horas antes del disparo en la cabeza. Fue después de que una vecina se acercara hasta hasta la comisaría del barrio para denunciar que le habían robado de su casa una soldadora, un taladro y varias herramientas de plomería. La mujer, además, le señaló a los uniformados quiénes serían los autores del robo: un joven identificado como Felipe Farías -que sería el novio de la tía de la chica baleada- y un hombre con el apodo de ‘Malpa’.
A partir de estos datos, la policía santiagueña montó un operativo en el barrio para dar con los presuntos ladrones. Siete efectivos llegaron hasta un domicilio ubicado en la esquina de Teodoro Fels y Eduardo Comay. Una vivienda en la que justo estaba Silvia. Se llevaron detenido a uno de los sospechosos y en cuestión de segundos, se produjo un violento enfrentamiento con familiares y vecinos.
Fue en ese momento en que aparentemente el cabo Abraham le pegó un tiro a la joven en la frente y la dejó herida de muerte. De acuerdo con los familiares de Maldonado, uno de los policías tomó del pelo a Silvia y los vecinos comenzaron a tirar ladrillos. Otra versión indica que ocurrió exactamente al revés. Los cierto es que a partir de ahí comenzaron los disparos de balas de goma y con amas de fuego.
“Cuando los vecinos tiraron los ladrillos, ellos sacaron sus armas y dispararon. Todo fue muy violento. El policía que le disparó me dijo: ‘Mirame bien a la cara, yo soy el que le metió el ‘cuetazo’ a tu hermana”, contó la hermana.