Este viernes la Justicia de Santa Fe ordenó un allanamiento en una casa del centro de Rosario donde, según una denuncia anónima, se hacían abortos de manera clandestina. La Policía detuvo a dos personas: un médico de 83 años y una mujer de 59, que primero dijo ser doctora y después se desdijo. Este sábado quedaron imputados y detenidos bajo prisión preventiva por 30 días.
Según el fiscal Aníbal Vescovo, a cargo de la investigación, todo empezó hace un mes con un llamado anónimo y decía que el consultorio no tenía condiciones sanitarias adecuadas. El fiscal no inició causa sobre la pareja, una decisión que apunta a no criminalizar a quienes quieren abortar.
Este sábado la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir de Rosario emitió un comunicado en contra de las prácticas clandestinas y reafirmó el compromiso en la garantía de los abortos que son legales en Argentina desde 1921. En Rosario quienes integran la red trabajan en la salud pública en una experiencia inédita en el país: desde hace siete años no hay muertes de mujeres por aborto clandestino en la ciudad. “La ausencia de una ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) propicia la existencia de estos lugares clandestinos, donde prima el lucro por sobre el derecho a la salud integral de las mujeres y personas con capacidad de gestar”, dijeron a través del comunicado. Mabel Gabarra, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, coincidió en que las clínicas de este tipo son consecuencia de la clandestinidad del aborto y de no tener ley.