Los datos son del último informe de Barómetro de Deuda Social de la Infancia de la UCA. La pobreza en términos monetarios creció al 51,7%. Un 29,3% de los chicos tuvieron déficit en sus comidas y un 13% pasó hambre durante 2018.
Las cifras, que son de finales del año pasado, podrían acrecentarse en un contexto de mayor recesión e incertidumbre económica y con una inflación proyectada en 40% para este año. El último índice de pobreza del INDEC marcó 32% en el segundo semestredel año pasado, el mismo nivel con el que comenzó en 2015 el gobierno de Cambiemos y dado este contexto el nivel de pobreza seguiría en ascenso. En el caso de la niñez el número es mayor porque se trata de una medición multidimensional, no solo en base al precio de la canasta básica.
El trabajo del barómetro analiza inequidades asociadas a cada dimensión de los derechos del niño, por eso se relevaron datos sobre alimentación, salud, hábitat, subsistencia (pobreza), crianza y socialización, información, educación y trabajo infantil.
Los pilares por los que se debe analizar la pobreza son alimentación, hábitat y salud y nuevamente este año fueron los indicadores que arrojaron números más preocupantes. La investigación se viene desarrollando desde 2010 anualmente.