Una marea de autos negros estacionados frente a la terminal de ómnibus de Santa Fe dan indicios de la falta de clientela. Aseguran que la crisis en el sector es profunda.
Los taxistas y remiseros de Santa Fe están atravesando una crisis que los deja estacionados por mas de media hora esperando un pasajero para viajar. La terminal, sitio icónico en cantidad de pasajeros y posibles clientes, está desolada y los choferes ven pasar personas que no se toman el taxi y continúan esperando.
Quienes manejan los autos, dicen que es mas conveniente esperar en la terminal que “dar una vuelta” para “pescar” algún cliente. El gasto no se condice con la recaudación. Eligen la terminal porque “es el lugar que mas pasajeros tiene” pero ni así repuntan los viajes.
“No sabemos si es una situación particular o el momento, la gente no sale y cuando toman un viaje son trayectos cortos”. Para hacerle frente a la crisis y no gastar combustible en vano, esperan “que salga algún cliente por radio o desde la parada”. misma