La isla de Oléron, en el suroeste de Francia, es el escenario de una curiosa batalla legal entre unos vecinos, debido a que el gallo perteneciente a la parte demandada canta demasiado temprano y molesta con sus cacareos.
El juicio estaba previsto para los primeros días de junio, en un tribunal de la localidad de Rochefort, pero ha sido postergado para el próximo 4 de julio por una cuestión legal, informaron medios locales.
Corinne Fesseau, propietaria del gallo Maurice y residente de la localidad rural de Saint Pierre d’Oléron, fue denunciada por unos vecinos citadinos que tienen una casa en la que se instalan solo durante las vacaciones.
“Vienen solo dos veces al año a la isla”, dijo Fesseau. Este llamativo caso ha provocado la indignación del alcalde de Saint Pierre d’Oléron, Christophe Sueur. “Hoy denuncian el cacareo, y mañana ¿qué será? ¿Las gaviotas? ¿El ruido del viento? ¿Nuestros acentos?”, criticó el funcionario.
La dueña del plumífero dijo estar dispuesta a dialogar con los demandantes, y lamenta que estos se hayan opuesto a tal posibilidad. Por su parte, el abogado de los querellantes ha indicado que sus clientes están dispuestos a llegar a un “arreglo amistoso”, pero “piden paz y tranquilidad”.