La mujer, de 32 años, le dijo a su marido que su bebé de ocho meses se había atragantado mientras tomaba la leche. Las pericias, sin embargo, contradijeron a la mujer y demostraron que la muerte no había sido un accidente, sino que había asesinado a su hijo.
Los investigadores determinaron que la víctima, Santino Ghiglione, fue ahogado por su mamá en un balde con agua en el interior de su casa de la localidad bonaerense de 25 de Mayo.
La madre quedó detenida por el filicidio. Según trascendió, tendría serias alteraciones mentales. El expediente fue caratulado como “Homicidio doblemente agravado por el vínculo y alevosía”.