Al ex campeón le incautaron un equipo desde el cual habría tratado de influir sobre quienes están citados a declarar en el proceso en su contra, que se iniciará el jueves
Un teléfono celular, con el que se habría contactado con una serie de testigos, le fue incautado -en la celda de la cárcel de la ciudad santafesina de Las Flores en que se encuentra alojado- al ex campeón del mundo Carlos “Tata” Baldomir, a pocos días de comenzar a ser juzgado por el abuso sexual de su propia hija, una acusación que siempre rechazo, pero que lo mantiene preso desde 2016.
Según trascendió, personal del Servicio Penitenciario de Santa Fe incautó un celular que se atribuye haber sido utilizado por Baldomir (de 48 años) para enviar un mensaje a una mujer, sindicada como una de las testigos clave de la Fiscalía y que deberá declarar el jueves, cuando se inicie el debate por la causa de abuso intrafamiliar en contra del ex pugilista.
“El procedimiento se registró cerca de las 22.30 del pasado jueves en la celda donde está alojado en el pabellón Nº 9 de la Unidad Penitenciaria Nº 2 de Las Flores, tras ser ordenado por los fiscales, Alejandra Del Río Ayala y Federico Grimberg, quienes tomaron conocimiento de la existencia de un mensaje que recibió una testigo que tendrá participación en el juicio y habría denunciado esta irregularidad”, se indicó.
En las pericias preliminares del teléfono móvil del ex boxeador se habría detectado que “le envió mensajes no solo a esa testigo, sino que también hizo lo mismo con otras tres personas, dos de ellas también citadas para brindar su testimonio en la causa. La intención habría sido la de influenciar a los testigos sobre cómo deberían declarar en el juicio”, precisaron los investigadores del caso al sitio Aire Digital de Santa Fe.
Este operativo se concretó a solo cinco días antes de que Carlos Baldomir comience a ser juzgado ante el Tribunal (integrado por los magistrados Susana Luna, Pablo Busaniche y Rodolfo Mingarini) por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal calificado y abuso sexual gravemente ultrajante calificado”, a partir de la denuncia de la violación de su propia hija, cuando tenía entre 8 y 9 años.
El ex campeón del mundo del peso welter -que resignara su corona ante el célebre Floyd Mayweather– llega a este debate con prisión preventiva desde 2016, cuando fue detenido en la ciudad bonaerense de Junín donde trabajaba en un gimnasio, en el marco de una causa que inició el fiscal Omar De Pedro en base a una denuncia que radicó la hija del acusado en el Centro de Orientación a la Víctima Familiar y Sexual de Santa Fe. Desde ese entonces permanece detenido y en cuatro oportunidades intentó lograr la excarcelación, pero siempre le fue denegada.
El juicio se iniciará con el alegato de la fiscal Alejandra Del Río Ayala (trascendió que, al igual que la querella, a través de los letrados Néstor Oroño y Alejandro Otte, solicitaría una pena de 20 años de prisión) y de la defensa de Baldomir, a cargo del abogado Martín Durando, extendiéndose al día siguiente, cuando declaren los 14 testigos que fueron citados y se especula que el lunes 28 se dará a conocer la sentencia.
“Tata” Baldomir nació el 30 de abril de 1971 en barrio Los Hornos de la ciudad de Santa Fe y tras una larga carrera en la que se mantuvo invicto durante siete años, saltó a la popularidad cuando en el Madison Square Garden de Nueva York, venció en enero de 2006 por puntos en fallo unánime al estadonidense Zab Judah -a quien consideraban muchos como el mejor boxeador del momento- y logró el título mundial welter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación (AMB) y la Federación Internacional (FIB).
En su primera defensa ante el canadiense Arturo Gatti se impuso por nocaut y retuvo la corona, pero luego de ser considerado como “Boxeador del Año” en el Salón de la Fama, resignó la corona al caer ante Floyd Mayweather Junior. Durante varias temporadas fue entrenado por el mítico Amílcar Brusa, el preparador que llevó a la cima a Carlos Monzón.