Un día antes de la cena de camaradería que Mauricio Macri mantendrá este martes con las Fuerzas Armadas, fuentes del Ministerio de Defensa confirmaron a Clarín que están en la última fase de negociaciones de lo que será su última adquisición en equipamiento: una flota de aviones de combate a Corea del Sur por cerca de US$ 400 millones.
De acuerdo a fuentes de la cartera que maneja Oscar Aguad, el supersónico FA-50 fighter de la Korean Aerospace Industries (KAI) fue elegido tras evaluación de más de tres años en el equipo del brigadier general Enrique Amrein, jefe de la Fuerza Aérea para donde irá este modelo de hipermoderna aeronave. Están en la última etapa de la negociación, ultimando detalles de financiación -que sería a diez años-, pero esta casi cerrada y por definirse los tiempos para la firma de contrato. Hasta ahora se busca que lleguen primero dos aviones de una flota de entre diez y doce.
Es un avión de alta superioridad aérea, que puede interceptar aviones de gran performance como puede ser un avión ejecutivo o los propios comerciales -las fuentes ponen de ejemplo las aeronaves que atacaron las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001- y que será usado por la Fuerza Aérea para control de frontera y actividades internacionales como las cumbres que vienen teniendo lugar en Argentina. Lo comparan al F16 de los Estados Unidos que hoy tiene Chile.
Fuentes en Defensa señalaron que el valor unitario de cada supersónico FA-50 que Surcorea le venderá a la Argentina es de unos US$ 35 millones. Pero a ello se suman los simuladores, el soporte logístico por un período determinado, el adiestramiento de la tripulación y el personal de mantenimiento. “El armamento no es parte de las negociaciones pero vienen con toda la capacidad de utilizarlo. Y lo que tenemos ya en el país de armamento es utilizable”, señalaron fuentes militares a Clarín.
De acuerdo a lo que pudo saber Clarín, en medio de largo reclamo que vienen haciendo las Fuerzas Armadas argentinas de que necesitan reequipamiento -golpeado duramente durante la guerra con Gran Bretaña por las Malvinas y luego por décadas de desinversión-, esta selección de aviones de la KAI es parte de numerosas conversaciones y opciones que se evaluaron tras llegar Macri al poder.
En 2015 se desprogramaron los últimos Mirage. En algún sentido estas aeronaves surcoreanas vienen a “reemplazar” a los viejos aviones. La Fuerza Aérea estuvo a punto de adquirir unos Kfir a Israel; otros Mirage a Francia; y varios otros incluyendo unos sofisticados Grippen, y otros Eurofighter, como tienen los británicos en Malvinas. Se evaluaron aviones italianas, rusas y chinas. Al final, el presidente Macri mismo dio su consentimiento para que este año lleguen dos de los supersónicos surcoreanos.
Las fuentes señalaron que se optó por un avión que se pudiera usar hasta tener más presupuesto y adquirir máquinas aún más sofisticadas aún. Y que en ese caso el FA 50 fue la opción más rentable. Es una aeronave muy moderna como los A4 como de EE.UU., la veintena que ya tiene la Fuerza Aérea.
Para la cumbre del G20 la Marina compró unos Super Etendard a Francia, pero cuya adquisición no sólo se dilató. En la Armada no hay demasiado entusiasmo con este modelo, señalaron. Además, fuentes diplomáticas que conocen los asuntos militares señalaron que este formó parte de las “negociaciones” con el presidente Emmanuel Macron para que los franceses aceptaran ir al acuerdo de libre comercio con el Mercosur, junto a los cuatro patrulleros marítimos franceses que también se adquirieron. Los famosos OPV.