La Secretaría de Transporte suspendió preventivamente a la empresa Cabify y le dio 48 horas para que adecue sus actividades a la habilitación que le fue otorgada por la Municipalidad, que es la de agencia de apoyo para el sistema de remises. Así lo confirmó ayer la responsable de la repartición, Mónica Alvarado, que anticipó que en 48 horas “se harán las constataciones correspondientes”. Cumplido ese plazo y en caso de que hubiera un nuevo incumplimiento por parte de la firma, lo que estaría previsto de acuerdo a la normativa vigente es la revocación definitiva del permiso otorgado.
Con esta medida, el Ejecutivo Municipal cumplimenta el pedido que la semana pasada, en medio de una ruidosa movilización de las cámaras de titulares de taxis y del sindicato de choferes, emanó del Concejo Municipal. Las denuncias que una y otra vez lanzaron los taxistas apuntaban no sólo a que la empresa despachaba tanto remises como taxis, sino que además no cumplía con el cuadro tarifario vigente (que estipula para los remises un precio un 25 por ciento mayor que el de los taxis), e incluso que estaba “reclutando” autos particulares para brindar el servicio sin que contaran con la habilitación vigente del municipio.
Esa movilización terminó en un encuentro que mantuvieron en el Palacio Vasallo la Asociación de Mujeres Conductoras (AMC), la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis Rosario (Catiltar), la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), el Sindicato de Peones de Taxis y la Cámara de Radiollamadas, con concejales de diferentes bloques; y se tradujo el jueves pasado en la aprobación de un pedido de intervención al Ejecutivo por medio de acciones administrativas —o incluso judiciales si fueran necesarias— para que cesen las irregularidades.