Nació en la localidad de Medanos, Entre Ríos. Un dato curioso es que su madre llegó a los 120 años y su padre falleció con 112.
Natalia Reynoso nació en la localidad de Medanos, Entre Rios, y el pasado sábado cumplió años. Hasta aquí solo son datos de una argentina “común”. La nota saliente es que la mujer llegó a los 119 años de edad, y se convirtió así en la persona verificada más longeva de este planeta, superando a Kane Tanaka, una japonesa de 116 años.
En dialogo con Crónica, Mario, su hijo de 83 años de edad, afirmó: “Es un regalo que nos dio la vida”. Y agregó: “Está bien de salud, habla lo más bien y está muy lúcida. Todo lo que le preguntes, te lo va a contestar. Tal vez, con pocas palabras, pero te entiende y te contesta. Vivimos juntos en una casa de acá del barrio, me encuentro lo más bien con ella, soy muy feliz de tenerla conmigo, es un gran regalo que nos dio la vida”.
Al ser consultados sobre cuántos nietos, bisnietos y tataranietos tiene la señora, los familiares se mostraron desconcertados y aseguraron que es imposible contarlos. “Más de 50, tal vez más de 100. No podemos dar un número, somos demasiados, tenemos una familia muy grande”, aseguraron al sitio Crónica.
La mujer quedó viuda a sus 36 años, cuando su marido, tambien domador, falleció tras caerse de un caballo. Un dato curioso es que en su familia hay otros casos de longevidad: su madre Paula Gutierrez llego a los 120 años, mientras que su padre, Pedro Reynoso, fallecio a los 112 años.
En una entrevista brindada en 2016, Natalia había asegurado que su secreto para llegar a los 119 años era “vivir tranquila y feliz”