“Vamos a seguir hasta el final”, expresó con todas sus fuerzas Marcela Nissoria, la esposa de una de las 22 víctimas de la explosión del edificio de Salta 2141, en la marcha del silencio que se realizó ayer en repudio a la decisión de los jueces de primera instancia de absolver a 10 de los 11 imputados y condenar solamente al gasista.
“Después de seis años, recibimos el peor de los veredictos”, declaró con un hilo de voz Nora Giraudo, la madre de Maximiliano Vesco, otra de las 22 víctimas de la tragedia más grande que sacudió a Rosario.
“Creíamos que iban a condenar a todos los imputados, nunca pensamos en que iban a cortar el hilo por lo más delgado culpando únicamente al gasista”, expresó. “Estoy disfónica después de todo lo que vivimos”, confesó apenada.
A su lado, Carmelo, de 81 años y papá de Florencia Caterina, otra de las víctimas, prefirió no hacer declaraciones. Dijo que tenía miedo de que la angustia le causara un problema de salud. Y, en parte, eso mismo le sucedió a los demás familiares. En sus caras se podían leer sentimientos de dolor, bronca, indignación, impotencia y desilusión.
En Salta y Oroño, el sábado a las 19, a nadie le importó que hiciera frío. Los familiares se presentaron frente a la pared donde se cuelgan las 22 cruces con los nombres de las víctimas de la explosión que marcó a la ciudad. En silencio, cada familiar depositó flores en el lugar.
Se revivió el dolor y la impotencia por el resultado del juicio cuyo veredicto se conoció el martes pasado.
Nissoria tomó la palabra y expresó su dolor por el juicio al que asistieron durante casi dos meses los familiares, y a través del que revivieron la tragedia, detalle por detalle.
“Creíamos que este juicio nos iba a dar paz, pero fue todo lo contrario”, declaró. “El tribunal no fue neutral, demasiado tranquilos estaban los de Litoral Gas, una empresa multinacional que no cuenta con cuadrillas de emergencia para cortar el gas, estaba todo arreglado”, subrayó con fuerza.
Sus palabras concluyeron con un aplauso emotivo al pedido de “¡justicia!”.
“Estamos seguros de que la responsabilidad es de Litoral Gas, llevamos más de 130 testigos. No confiamos en los jueces que dictaron la sentencia. Fue una vergüenza. Ahora vamos a apelar hasta lo último”, agregó Giraudo.