Este jueves se organizó en el país vecino una marcha histórica por el aborto legal, libre, seguro y gratuito. Con la consigna “Abortemos el racismo”, sumó por primera vez a las mujeres negras.
“Niñas no madres” fue uno de los reclamos que movilizó al feminismo argentino a principio de este año a partir de dos casos que de menores -una de 11 años y otra de 13- que habían sido violadas y a las que se le negó la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en dos provincias del norte del país. El mismo grito se escuchó en el otro lado de la cordillera en 2013. Otra nena, esta vez chilena, violada y embarazada por su padrastro fue obligada a parir.
El episodio abrió un fuerte debate sobre el aborto en la sociedad chilena. En ese momento, a diferencia de acá en que la interrupción es legal desde 1921, en Chile regía una ley absolutamente prohibitiva que databa de la época del dictador Augusto Pinochet. Las declaraciones del presidente, Sebastián Piñera, -que entonces transitaba su primer mandato- a favor de la continuidad del embarazo de la nena hicieron que las mujeres de ese país salieran el 25 de julio del 2013 por primera vez a la calle para pedir por el aborto libre, seguro y gratuito.
“En ese momento salimos por la rabia que nos dio el discurso del presidente y porque le habían negado el aborto a la nena. La maternidad forzada de una niña violada fue el detonante”, contó Verónica Ávila, una de las voceras de la Coordinadora Feministas en Lucha que organiza este jueves una nueva movilización. La misma que se realiza cada 25 de julio desde 2013.