Ya hubo un total de cinco robos en viviendas de la zona en lo que va del mes.
La inseguridad es un tema común en las calles de la Ciudad de Santa Fe. En esta ocasión, los protagonistas de estos hechos de robo y vandalismo son los vecinos de barrio San Lorenzo, en la zona sur de la capital provincial.
En dicho vecindario, en lo que va del mes ya se registraron un total de cinco entraderas. Estos sucesos ocurrieron en la manzana compuesta por las calles Uruguay, San Juan, Jujuy y San José. Los residentes de esa parte del barrio están muy preocupados por el presente de inseguridad que atraviesan.
El último de estos casos se desató esta semana, precisamente en la madrugada de ayer, en la que una familia fue víctima de la invasión de un delincuente. Así lo relató Ignacio, quien protagonizo un horrible momento junto a su esposa e hijo: “En la madrugada de ayer, escuchó un ruido mi señora. Me voy a fijar al comedor, y cuando veo la ventana había un hombre queriendo entrar. Le pego un grito para intimidarlo para que se vaya. Se logró meter con un fierro, no alcance a ver bien que tenía”.
A su vez, contó lo que sucedió tras el ingreso del delincuente a su vivienda: “Me llevó hasta mi cuarto. Fue un momento lamentable. Nos exigía plata. Le pedí que se vaya porque estaba con mi hijo llorando. Mi esposa lo amenazó con que iba a llamar a la Policía, y se logró asustar. Traté de llevarlo a la puerta de entrada y se fue. Me pedía plata y mi celular. Le dije que no, y no nos hizo nada”. Además, agregó: “Pasamos un horrible momento. Mi nene quedó asustado y no durmió. Es el quinto robo en la manzana”.
En un mes, ya son cinco los vecinos afectados por la entraderas en las casas de barrio San Lorenzo. “Hicimos un grupo de Whatsapp, porque estamos asustados. Nos sabemos con que nos pueden salir estos malvivientes”, mencionó el vecino afectado.
Por último, tras realizar la denuncia, manifestó su preocupación por la falta de patrullajes en la zona: “La policía no nos transmite tranquilidad. No andan mucho por la zona, ni la patrullan. Fui a trabajar sin dormir, porque me siento inseguro”.
Testimonio de Ignacio, vecino afectado por las entraderas: