El represor, de 82 años, falleció este jueves mientras cumplía prisión domiciliaria.
Perizzotti fue comisario, ex jefe de la Guardia de Infantería Reforzada (GIR) durante los años de plomo. En 2016 fue condenado a prisión perpetua en la llamada “Causa acumulada” o “Megacausa” ventilada en el Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe. Fue el primer juicio en la ciudad capital donde se juzgó la apropiación y supresión de identidad de una menor de edad (María Carolina Guallane / Paula Cortassa), y en el cual Abuelas de Plaza de Mayo actuó como querellante.
En aquel momento, Perizzotti lo encontró culpable de los delitos de “homicidio agravado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas y para procurar la impunidad en perjuicio de diez personas; homicidio en perjuicio de otras cinco personas más; privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia contra cinco personas; tormentos agravados por tratarse de perseguidos políticos; tormentos simple; sustracción, retención y ocultamiento de un menor de 10 años y alteración del estado civil de un menor de 10 años, en perjuicio de María Carolina Guallane/Paula Cortassa”.
Perizzotti en el banquillo junto con el ex juez Víctor Brusa y Eduardo “Curro” Ramos
También contaba con una condena en la causa por delitos de lesa humanidad contra Silvia Suppo y otros cinco militantes rafaelinos. Suppo había sido secuestrada, torturada, violada y forzada a abortar por parte de sus propios abusadores mientras estaba detenida en la GIR
Al por entonces jefe de la GIR se lo acusó de ser “coautor de privación ilegítima de la libertad agravada, por haberse cometido utilizando ilegalmente sus caracteres de funcionario público y por haberse cometido con violencia y amenazas”. También “aplicación de tormentos”.
Perizzotti falleció este jueves en su domicilio, donde cumplía la pena impuesta por el TOF.