En un primer semestre con varios tanques en cartelera, las salas tuvieron más concurrencia en comparación al mismo periodo del año pasado. Sin embargo, los números de la industria local son preocupantes
La buena noticia es que la gente sigue eligiendo el cine como salida familiar. Finalmente, esa tentación de quedarse en casa viendo una peli no es el monstruo que presagiaron algunos gurúes del séptimo arte. Las salas siguen convocando a millones de personas y las cifras del primer semestre del año hablan por sí solas: más de 23 millones de entadas vendidas.
A pesar que el número ilusiona a las cadenas que monopolizan la exhibición de películas -ya que supera la concurrencia durante el mismo periodo en 2018-, la noticia no es tan gratificante si vemos qué títulos conformaron el top 20. ¿Industria nacional? Poco y nada.
Como en gran parte del mundo, Disney es la compañía que realiza las superproducciones más convocantes. Una tendencia que se evidencia en los primeros puestos del ranking: Avengers: Endgame (3.864.324 espectadores), Toy Story 4 (3.438.507 espectadores), WiFI Ralph (1.550.000 espectadores), Capitana Marvel (1.279.000 espectadores), Alladdin (1.250.000 espectadores), y Dumbo (1.040.859 espectadores).
Lo desalentador es que debemos llegar al puesto nueve para encontrar un exponente nacional: El Cuento de las Comadrejas. Curiosamente, a pesar de ser la película argentina más vista con 503.216 tickets cortados, esta comedia está lejísimos de la repercusión que obtuvieron otras cintas de Juan José Campanella.
Estos números invitan a pensar que los adultos ya no eligen el cine como una salida nocturna en pareja o una posibilidad de contemplar un metraje de forma más personal.
Las siguientes producciones nacionales en la lista son: 4×4 (329.889 espectadores), La Misma Sangre (91.767 espectadores), El Hijo (73.426 espectadores); River, el más grande de siempre (54.365 espectadores), y No Soy tu Mami (49.741 espectadores). La propuesta nacional ha sido más que interesante, pero el público no ha respondido cómo se esperaba y un factor determinante es la poca presencia que tienen las cintas a la hora de estrenarse.
Inevitablemente, por cuestiones comerciales, las salas prefieren contar con más copias y mayores proyecciones de los títulos hollywoodenses ATP. Y no existen políticas que protejan las producciones locales de la maquinaria publicitaria que rodea cada gran estreno norteamericano. El talento está, solo faltaría pensar como sostenerlo y defenderlo.