Les abrieron un sumario a los empleados del policlínico por realizar una despedida a un camillero que se jubilaba dentro del sector de cuidados intensivos.
La despedida de un trabajador del Policlínico Pami II, que se jubilaba luego de 37 años de servicio, terminó con un escándalo de proporciones con repercusiones nacionales, debido a que la celebración se llevó a cabo dentro del efector, en el pasillo que conecta la zona de Terapia Intensiva y la Unidad Coronaria, a pocos pasos de pacientes que están afrontando problemas severos de salud.
A raíz de este acto, las autoridades nacionales del Pami determinaron el inicio de sumarios administrativos para aquellos que participaron de esta celebración.
Los asistentes pudieron ser identificados por que la mayoría subió imágenes y videos a las redes sociales, que luego del escándalo se encargaron de borrar de sus respectivas cuentas personales.
Todo ocurrió el viernes de la semana pasada, por la mañana.
Ese día, empleados del Policlínico Pami II le armaron una fiesta sorpresa a Rubén, un camillero muy respetado y querido por sus compañeros que tomó la decisión de jubilarse después de 37 años de servicio. Para la despedida se les ocurrió armar una larga mesa en una zona de cuidados críticos del reconocido efector de zona norte.