Minutos después de las tres de la mañana desconocidos llegaron hasta la sucursal de la heladería ubicada en la esquina que conforman Urquiza e Hipólito Yrigoyen.
Una vez allí rompieron una hoja de la puerta de vidrio templado que quedó destruida en el interior del local. Los responsables de la firma constataron que no se llevaron nada.
“Todo está en orden”, dijeron. Alertados por la inseguridad ya no no dejan plata en la caja registradora.