Los investigadores además lo asocian al abuso de alcohol y a un mayor número de parejas sexuales.
Una encuesta, realizada a más de 3.400 estudiantes de Estados Unidos y publicada en el Journal of Behavioral Addictions, señaló que el uso excesivo del teléfono celular se asocia “a calificaciones más bajas, abuso de alcohol, problemas de salud mental y un mayor número de parejas sexuales”.
Un equipo colaborativo de investigadores de la Universidad de Chicago, la Universidad de Cambridge y la Universidad de Minnesota desarrolló un sondeo para investigar el impacto del uso de smartphones en los estudiantes universitarios.
La Encuesta de Salud y Comportamientos Adictivos mostró que uno de cada cinco (20%) de los encuestados reportó el “uso problemático” de los teléfonos.
Las características típicas del uso problemático incluyen:
– Uso excesivo
– Problemas para concentrarse en clase o en el trabajo
– Sentirse inquieto sin el teléfono inteligente
– Experimentar las consecuencias físicas, como mareos o visión borrosa
Los resultados arrojaron que el abuso de los teléfonos inteligentes fue mayor entre las mujeres que entre los varones, en torno al 64 por ciento. “Aunque los efectos del uso problemático en las calificaciones fueron relativamente bajos, vale la pena señalar que incluso un pequeño impacto negativo podría tener un efecto profundo en el logro académico de una persona y luego en sus oportunidades de empleo en el futuro”, advirtió el profesor Jon Grant, del Departamento de Psiquiatría y Neurociencia del Comportamiento de la Universidad de Chicago.
De la misma manera, la proporción de estudiantes que reportaron dos o más parejas sexuales en los últimos 12 meses fue significativamente mayor entre los usuarios problemáticos: 37.4 por ciento de usuarios de teléfonos inteligentes problemáticos en comparación con el 27,2 por ciento de los estudiantes sexualmente activos que no informaron uso de problemas.
La proporción con seis o más parejas sexuales fue más del doble entre los usuarios de teléfonos inteligentes problemáticos sexualmente activos (6,8% en comparación con el 3,0%). “Es que los teléfonos inteligentes pueden ayudar a conectar a las personas y hacer que las personas se sientan menos aisladas, y nuestros hallazgos sugieren que pueden actuar como una vía para el contacto sexual, ya sea a través de asociaciones sostenidas o relaciones sexuales más informales”, explicó el doctor Sam Chamberlain, psiquiatra del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge.
El abuso del alcohol también fue mayor en aquellos usuarios que hacían un uso excesivo de los teléfonos, un 33,3 por ciento de los usuarios frente al 22,5 por ciento de los otros usuarios. En cuanto a otros problemas de salud mental, los investigadores encontraron que el uso problemático de teléfonos inteligentes se asoció significativamente con una menor autoestima, TDAH, depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático.
Por último, los investigadores señalaron que es necesaria más investigación sobre los efectos positivos y negativos del uso de teléfonos inteligentes.