Incautaron chalecos balísticos, un revólver 38, una carabina y las herramientas robadas.
En la tarde del jueves, oficiales y suboficiales de Gendarmería Nacional Argentina, que patrullaban las calles del barrio Adelina Centro de la ciudad de Santo Tomé, fueron alertados sobre la ocurrencia de un robo perpetrado contra una vivienda ubicada sobre calle Castelli entre Maipú y Dorrego.
Los gendarmes se anoticiaron por la víctima del robo, sobre la rotura de la verja de una ventana, y posterior sustracción de distintos elementos. Varios vecinos, dialogaron con el oficial de Gendarmería a cargo del procedimiento, y así supieron sobre la presunta identidad del delincuente, su complexión física y vestimenta, y el posible domicilio.
Un patrullaje posterior permitió la aprehensión del ladrón que fue reconocido por las víctimas. La novedad fue informada la fiscal en turno, Ignacio Lascuraín, que ordenó una requisa dentro de la vivienda.
Los gendarmes llegaron hasta la casa del aprehendido, requisaron el lugar, y descubrieron la presencia de un extraño que corrió por el patio trasero con intenciones de subirse a un tapial medianero, arrojó un bulto a un pastizal y finalmente fue aprehendido.
El bulto del pastizal fue secuestrado por un suboficial de Gendarmería y fue incautado un revólver calibre 38, y una bolsa de plástico que contenía dos chalecos balísticos (denominados popularmente como chalecos antibalas), una carabina guardada en un estuche, y herramientas varias que fueron robadas de la casa del denunciante.
Informaron la novedad sobre el resultado del procedimiento a las Jefaturas de la Región II y de la Agrupación XXI Santa Fe de Gendarmería Nacional Argentina, y éstos hicieron lo propio con el fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, Ignacio Lascurain, que ordenó que los dos hombres aprehendidos continuaran privados de su libertad, que sean identificados y que se les forme causa como presuntos autores de los delitos de “robo y tenencia indebida de arma de fuego de guerra y de uso civil”.