Alumnos de 5º grado de la escuela Normal 1 programaron un viaje a Buenos Aires. Hubo reuniones de padres y desde la institución ofrecieron tres agencias de viajes, debatieron los presupuestos y se quedaron con una empresa que contrata los colectivos en Arroyo Seco. La madre de unas mellizas que asisten a la escuela, Romina Sapir, no se quedó conforme con la idea del viaje únicamente y solicitó que a los choferes se les realice el control de alcoholemia antes de llevar a los pequeños de viaje. Llamó a la Dirección de Tránsito y llenó una planilla. El lunes 26 de agosto a las 2 y media de la mañana alumnos, padres y agentes de Tránsito se presentaron en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno. Había seis choferes para tres colectivos. Uno de los conductores tenía 0.16 grados de alcohol en sangre.
Romina, en diálogo con El Ciudadano contó que es abogada y tiene conocimiento del tema. Sabía de otros casos donde choferes de micro que llevan a alumnos a diferentes destinos dieron alcoholemia y narcolemia positiva. Por eso, cuando se planteó en la escuela que los alumnos viajarían a Buenos Aires, la madre de mellizas que acuden al Normal Nº 1 pidió que a los conductores se les realice los controles correspondientes.
“Hace 15 días se realizó una reunión de padres, yo pedí el control de alcoholemia porque hubo otros casos y no solo saliendo de la Terminal sino saliendo de la puerta de la escuela. Por el horario de salida del viaje la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT) no hacía los controles, así que solicite a la Dirección de Tránsito el formulario para que acudan a la estación de colectivos. Fue una iniciativa mía”, reconoció.
En la Terminal llegaron tres colectivos de una empresa de Arroyo Seco y seis choferes. Dos inspectores municipales realizaron los controles y a un hombre de 60 años le dio 0.16 grados de alcohol en sangre.Desde la Dirección General de Tránsito informaron que le retiraron la licencia, el Tribunal de Faltas lo juzgó al día siguiente y en 15 días le volverán a realizar los exámenes correspondientes para volver a manejar en su condición de chofer.
“Llamaron a otro chofer de Arroyo Seco y tuvimos que esperar a que llegue. Los chicos pudieron concretar su viaje a Buenos Aires”, dijo Romina tras pasar por el mal momento de descubrir que uno de los hombres al mando del volante estaba alcoholizado.
Además la abogada y madre de las alumnas de 5º grado explicó que este viernes se presentará en la escuela para pedir explicación a los directivos sobre lo acaecido a principio de semana.
“Quiero aclarar que desde la Dirección de Tránsito se portaron muy bien, pero no puede ser que ni un coordinador, ni la empresa que llevaba a los chicos pidan los controles antes de viajar”, reclamó la mujer y recalcó de la importancia de llevar a cabo este protocolo por el “riesgo que significa para la vida de nuestros hijos”, concluyó.
Un caso positivo, más controles
En 2018 hubo un caso similar donde un chofer que tenía que transportar a alumnos fuera de Rosario dio 0.75 grados de alcohol en sangre. Desde allí comenzaron a ser más asiduos los controles a pedido de los padres, de las instituciones y de las mismas empresas contratadas para el viaje.
Gustavo Adda, director de Tránsito municipal, explicó a El Ciudadano que el lunes pasado fue el primer caso de lo que va en 2019 del total de 22 controles que da positivo en alcohol en sangre.
“Desde el año pasado estamos trabajando con las comunidades educativas, con los padres y agencias que solicitan los controles de rigor. Los chicos de las diferentes escuelas en todo el ciclo lectivo realizan viajes a distintos destinos, es por ello que nosotros tenemos a disposición una planilla donde se le solicita la información básica con los datos del viaje, día, hora y lugar de salida, etc. y luego vamos a inspeccionar no sólo a los choferes sino que los vehículos cuenten con las medidas de seguridad para circular”, explicó Adda.
“En el caso de lunes 26, el hombre tenía 60 años y admitió trabajar hace más de 20 años como chofer. El test de alcoholemia le dio 0.16 y es una concentración baja, en la ciudad hasta podría continuar conduciendo (para conducir un automóvil establece como límite de alcoholemia 0,5 gr de alcohol por litro en sangre), pero por su trabajo tiene que tener 0 grados de alcohol en sangre”, señaló el funcionario municipal.
Al hombre se le retiró la licencia y el Tribunal de Faltas le establecerá la pena correspondiente. En 15 días el chofer tendrá que concurrir a la Dirección de Tránsito a realizar nuevamente los controles psicofísicos y ver si puede obtener nuevamente la licencia de conducir.
“En la provincia hay cinco lugares donde realizar los controles. En Rosario se realizan en la Dirección de Tránsito, es un examen físico de reflejos, de visión y auditivo, con un psiquiatra y con un psicólogo. De 21 a 46 años los controles se realizan cada dos años, después de los 46 la revisión es anual”, detalló Gustavo Adda.
En 2018 de agosto a fin de año hubo 27 controles de los cuales dieron 3 positivos: dos por alcohol y uno de narcolemia.
Este 2019 van 22 controles y uno positivo. Este jueves por la noche hay solicitado cinco controles y el viernes otros cinco controles más.