El secretario de Hacienda, Santiago Asegurado, ratificó ayer que la administración municipal padece, al igual que el país en su conjunto, los embates de la crisis económica que se agudizó con la corrida cambiaria que disparó el precio del dólar y, por consiguiente, la inflación, tras el resultado de las Paso.
“La Argentina atravesaba, antes de la semana pasada, una situación económica compleja, un proceso recesivo acompañado de uno inflacionario, ahora se acentuaron ambas variables”, explicó Asegurado y destacó que esa coyuntura “generó un impacto sobre el municipio similar al que padecen las familias, las entidades económicas y las empresas”.
Frente a esta situación, la intendenta Mónica Fein anunció el viernes pasado una reducción de 600 millones de pesos en los gastos del municipio hasta diciembre, cuando se concrete el traspaso de mando al mandatario municipal electo, Pablo Javkin. La idea es ahorrar tanto como se pueda para capear el temporal.
“Todo este conjunto de medidas se puso en marcha para afrontar los compromisos que tiene el municipio con los contratistas y los trabajadores”, indicó Asegurado y destacó que lo que se busca es “disminuir todo lo que no sea absolutamente indispensable para el funcionamiento del municipio. En ese sentido, bajaremos el gasto en unos 600 millones de pesos hasta la finalización del mandato”, remarcó.
“La recaudación se va desenvolviendo en mucho menor ritmo que los gastos que tiene el municipio”, explicó Asegurado en declaraciones a La Ocho y subrayó: “Esta es una situación que nos pone de acá hasta el final de nuestro mandato, desde hoy hasta diciembre, a intentar reducir esa brecha”.
El funcionario remarcó que “está claro que no vamos a desatender las demandas vinculadas a los aspectos sociales (ayuda alimentaria y salud), que crecen cuando se dan estos procesos recesivos, pero sí hacer un poco más lentas otras actividades que atiende el municipio, tales como la obra pública y adquisición de bienes”, detalló.