El reclamo no es nuevo y permanece latente. La reacción de los mercados tras los resultados de las primarias vuelven a provocar inquietud y preocupación. Tras una nueva escalada del dólar y una devaluación del peso que terminó siendo del 21,3 por ciento, los deudores de crédito UVA advierten un nuevo incremento en las cuotas.
Otra vez, vuelven exigir una solución pero esta vez lo piden de manera urgente e inmediata. La suba podría impactar fuertemente en las cuotas del mes de octubre en aproximadamente 16 mil familias santafesinas y en 170 mil a nivel nacional. Lo que se inició como un sueño, hoy se convirtió en una carga que muchos quieren, a esta altura, dejar de llevar.
A través de un comunicado, el grupo de autoconvocados de Santa Fe afectados por esta situación se suma al pedido realizado por el colectivo a nivel nacional y le exigen al “gobierno nacional una pronta y urgente atención de la problemática, disponiendo un congelamiento en la indexación de nuestros créditos, ya que asistimos a la posibilidad cierta de no poder afrontar el pago de nuestras hipotecas”.
Por otro lado, piden la sanción de una ley que ponga fin a los créditos indexados a través del CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia); es decir, siguiendo el ritmo de la inflación.
“Están en juego decenas de miles de hogares. Políticas irresponsables no pueden poner en juego el derecho a conservar nuestras viviendas, dependiendo del “humor de los mercados”, agrega el comunicado.
El sector damnificado se anticipa a lo que vendrá. Es que la nueva devaluación volverá a afectar duramente una ecuación que ya no cierra en muchas economías familiares. No solo les aumenta la cuota del crédito, que se encuentra vinculada con la inflación, sino también la deuda capital.
A modo de ejemplo, y como lo contó UNO Santa Fe semanas atrás, una persona que sacó un crédito en 2017 (hace dos años) por un millón de pesos, hoy lleva devolviendo medio millón de pesos pero su deuda supera los dos millones.
La nota publicada a través de redes sociales, explica: “No resulta necesario ser un economista para advertir que en una economía bimonetaria, como la que padece la Argentina, una suba descontrolada en el valor del dólar implica una explosión de los precios, es decir de la inflación”.
Y continua: “Al ser créditos indexados por inflación, toda suba de precios se traduce en una suba en el valor de la cuota y en un crecimiento exponencial del capital adeudado. Nuestros ingresos no acompañan la suba de los precios, y asistimos a un deterioro espeluznante en nuestra calidad de vida”.
Se denomina UVA a la Unidad de Valor Adquisitivo. Se trata de una referencia que generalmente se mueve por encima del índice de precios al consumidor y en la gran mayoría de los casos por encima de la actualización salarial del beneficiario. A modo de ejemplo, en mayo de 2016 arrancó valiendo 14 pesos y hoy se encuentra entorno a los 39. Así, un crédito hipotecario de un millón de pesos en el 2016 tenía una cuota inicial de 7.900 pesos. Hoy, esa misma persona, está devolviendo una cuota de 22 mil pesos y el crédito -que era de un millón- hoy tiene una deuda de más de dos millones de pesos pesos”
El comunicado del colectivo nacional de deudores hipotecarios por este sistema realiza un repaso histórico: “A fines de marzo de 2016, el gobierno advirtió que dichas unidades se ajustan por inflación y que su objetivo fue el de facilitar el acceso a la vivienda propia”. Y agrega: “La publicidad oficial hablaba de la conveniencia de tomar éstos créditos dado que la inflación iba a tener un sendero descendente y durante 2019 se estabilizaría en torno al 5 % anual. Nada de ello ocurrió. Hoy asistimos a la posibilidad cierta de que la inflación se descontrole”.
“A tres años y medio de su puesta en práctica”, los afectados por esta situación vuelven a sentirse con la “obligación de manifestar que éstos créditos son absolutamente inviables”.
En ese sentido piden el congelamiento inmediato en la actualización del valor de la UVA y la sanción de una ley que ponga fin a los créditos indexados a través del CER; Coeficiente de Estabilización de Referencia; es decir, siguiendo el ritmo de la inflación.