El grupo de ácidos Omega 3 es de importancia vital en el desarrollo cerebral de los niños, la prevención de enfermedades cardiovasculares y el proceso de envejecimiento cerebral. Con qué alimentos y de qué forma podemos incorporarlos a la dieta diaria.
Desde la actividad cerebral, la vista, reducción del colesterol, hasta la prevención de enfermedades cardiovasculares, y diferentes aspectos fundamentales para la salud y el desarrollo, es vital el aporte de los ácidos grasos omega 3. Pero, un dato clave a considerar, es que el organismo no puede producirlos por sí solo, y por lo tanto, es necesario incorporarlos en la dieta para llevar adelante una nutrición y vida más saludable.
En términos específicos, se trata de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (AGPI-CL) Omega-3, y el aporte adecuado al organismo es fundamental para una gran variedad de funciones y órganos vitales, como es el caso del cerebro. “Incrementan la fluidez de las membranas neuronales y actúan como segundos mensajeros en los sistemas de neurotransmisión, además de contribuir en muchos otros aspectos de la función neuronal”, explicó el doctor Alejandro Guillermo Andersson, Médico Neurólogo (MN 65.836), Director del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA).
Al hablar de la incorporación de este tipo de ácidos, es fundamental pensar en la forma de sumarlos a la dieta, dado que el cuerpo no puede producirlos por sí solo. El pescado, en particular los de agua fría como salmón, trucha, caballa, es el alimento que se ubica entre los primeros de la lista con Omega 3. Pero, sobre todo al buscar una alternativa que no implique la ingesta de carne, se encuentran los vegetales, como es el caso de las algas (de las que se alimentan los peces, y de ahí su presencia en ellos), y la planta salvia hispánica, de la cual se obtiene la semilla de Chía.
Una alternativa efectiva es incorporar suplementos dietarios que los contengan. Por eso Laboratorios Bagó próximamente sumará a su cartera de productos un suplemento dietario de origen vegetal y sustentable. El nuevo suplemento combina aceite de Chía y de algas que permite el aporte de los tres ácidos grasos esenciales Omega 3: el ácido alfalinolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA).
Los omega 3 se consideran grasas saludables imprescindibles para la función cerebral y cardíaca y para el bienestar general. En el nuevo suplemento próximamente a lanzar, el ácido DHA, de acción primordial, se obtiene directamente de las algas, y no del pescado, a diferencia de muchos productos del mercado. “El DHA es el principal y más activo de los ácidos Omega 3, está implicado en la mielinización, y es importante en la eficiencia sináptica y en la velocidad de la transmisión, lo que podría aumentar la eficiencia en el procesamiento de la información”, señaló Andersson. “Es como si fuera la grasa de las neuronas, es una grasa insaturada, un ácido graso poli insaturado. Las personas con alta cantidad de Omega 3 tienen un mayor volumen del hipocampo (consumido en cantidades significativas), prácticamente 200 gramos del cerebro dependen del DHA que tiene, la consecuencia es que la parte cognitiva funciona mucho mejor que la del que no lo consume. Eso está comprobado; se envejece mejor”, agregó.
En este sentido, el profesional hizo hincapié en la importancia del consumo en los extremos de la vida, incluso desde la etapa de gestación, durante el embarazo. “El consumo por la madre durante el embarazo da como resultado una mejor memoria visual de reconocimiento de cosas nuevas y unos mayores resultados de las puntuaciones de inteligencia verbal o lingüística en niños incluso después de los 8 años de edad, debido a su contenido en Omega 3”, explicó el neurólogo. “Los estudios epidemiológicos realizados en la última década han demostrado que las personas con mayores ingestas de omega-3 DHA y EPA tienen riesgo relativo menor de incidencia y progresión de demencia”, agregó.
Además de actuar específicamente sobre la actividad neuronal, este tipo de ácidos grasos contribuyen a la disminución de los niveles de colesterol y triglicéridos, mejorando la relación del colesterol “bueno” (HDL) con el “malo” (LDL), la reducción de la Diabetes tipo 2 y de la obesidad. Por eso resultan fundamentales para la prevención de los procesos de deterioro cardiovasculares, y contribuyen a la reducción de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.
Se presenta una alternativa sustentable y vegetal al aceite de pescado. “Hablamos de una verdadera opción sustentable, porque evitamos cualquier tipo de contaminación a la que puede estar expuesto el pescado, que tampoco alcanzaría para alimentar a toda la población, y se recurre, en el caso de este suplemento, directamente a las micro algas, al mundo vegetal, de las que éstos se alimentan”, concluyó el Andersson.