Un reciente estudio estimó el tiempo que le lleva a un ex fumador tener el mismo riesgo cardiovascular que una persona que nunca tuvo esa adicción. “Un solo cigarrillo por día alcanza para ponerse en peligro de infarto”
Se sabe que fumar causa grandes daños paras la salud del fumador y de aquel que convive con uno. Y que no existe una cantidad “segura” de cigarrillos: fumar poco no protege de los daño del tabaco.
Dejar de fumar tiene un beneficio inmediato, incluso en los fumadores empedernidos, pero el cuerpo necesita al menos entre cinco y 10 años, y en algunos casos hasta 25, para que el riesgo cardiovascular sea tan bajo como el de una persona que nunca probó un cigarrillo.
Así lo asegura un estudio publicado en la revista Journal of the American Medical Association ( JAMA), que reveló que los grandes fumadores (aquellos que fumaron al menos un paquete diario durante 20 años) pueden reducir su riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) en un 39% en los cinco años siguientes a dejar de fumar.
Pero para conseguir un riesgo al nivel de alquien que nunca haya fumado se necesita mucho más tiempo, un dato que choca con lo que se creía hasta ahora. “La calculadora de riesgo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica es utilizada actualmente por muchos médicos para ayudar a evaluar el riesgo en sus pacientes. Esta calculadora considera que el riesgo en ex fumadores que lo dejaron hace cinco años es similar al de los que nunca fumaron, que es una duración de tiempo más corta que la que observamos nosotros”, señaló al diario ABC la autora principal del estudio, Meredith Duncan, que dirigió los análisis para la División de Medicina Cardiovascular del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
“El riesgo cardiovascular asociado al tabaquismo es claro, tanto para la comunidad médica como para la población en general: fumar aumenta las posibilidades de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular (ACV). Sin embargo, en el inconsciente colectivo persiste la idea de que fumar ‘un poquito’ no es tan dañino”, sostuvo a Infobae el médico cardiólogo Jorge Tartaglione (MN 67.502), presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA).
-A los 20 minutos: la presión arterial y la frecuencia cardíaca comienzan a bajar y las arterias se relajan facilitando la circulación.
-A las 8 horas: el nivel de monóxido de carbono en sangre se normaliza.
-A las 24 horas: ya comienza a reducirse la posibilidad de un ataque cardíaco.
-Entre las segunda semana y los tres meses: mejora la circulación y la capacidad pulmonar se incrementa hasta un 30%, por lo que el paciente sentirá que ha mejorado mucho su capacidad física.
-Desde el primer mes hasta los nueve meses: mejora la tos, la congestión nasal, el cansancio y la dificultad para respirar. Las cilias (que son las células respiratorias encargadas de “barrer” toda la suciedad que puede llegar a nuestros pulmones) recuperan su función para proteger y limpiar las vías respiratorias.
-A los 12 meses: la posibilidad de sufrir un ataque de corazón baja a la mitad.
-A los 5 años: la probabilidad de tener un ataque cerebral (ACV) disminuye a la mitad.