Ella tiene 30 años y sus cuatro hijas, entre uno y diez. Las encontraron este jueves en estado de abandono y las trasladaron hasta el Hospital de Niños Zona Norte, donde las recibieron en un “llamativo” estado de suciedad extrema, con vestidas con ropas “andrajosas” y con hambre, relataron los médicos. Su escolarización es precaria, lo mismo que la atención sanitaria, y ninguna tenía completo el esquema de vacunación obligatoria. La madre dijo que todos sobreviven en la indigencia, y que tiene que dejar solas a las pequeñas durante el día para procura algo de comida en las calles. Las niñas quedaron a resguardo en el centro de salud hasta que la Dirección de la Niñez tome una decisión que privilegie los derechos de las menores. El cuadro de miseria quedó expuesto por el llamado de un vecino de la zona de calle Cullen al 1300 bis, en una zona postergada de Empalme Graneros.
Personal del Comando y de la comisaría 12ª de barrio Ludueña llegó alrededor de las 16.30 hasta la dirección indicada en el llamado al 911. Cerca de las niñas sólo estaba un joven de 19 años, que no es su familiar y que tampoco las estaba cuidando. Ante el escenario, y tras una consulta judicial, los uniformados demoraron al muchacho y llevaron a las pequeñas hasta el hospital de niños ubicado frente al parque Alem. Su director, Eduardo Casín, relató que las recibieron entre las 17.30 y las 18 del jueves en un estado “llamativo” de suciedad que calificó de “extrema”, y cubiertas con ropas “andrajosas”. Lo primero que hicieron fue pedir alimentos, agregó el médico.
En el Zona Norte revisaron a las pequeñas y comprobaron que, más allá de algunas enfermedades comunes para la época del año, y un cuadro de desnutrición leve, no presentaban un cuadro de salud que requiera internación. El fiscal de Flagrancia Marcelo Maximino ordenó que intervenga el área de Niñez provincial y que, mientras tanto, las pequeñas permanezcan a resguardo en el hospital.
La madre de las chicas, de 30 años, llegó poco después al centro de salud convocada por las autoridades de Niñez. Dijo que no tenía recursos para mantener su grupo familiar y que por eso debía salir a “mendigar”, dejando a sus hijas solas. También ella quedó demorada en un principio.
La mujer refirió que las niñas mayores estaban escolarizadas, pero en los establecimientos que nombró respondieron que concurrían escasas veces. La madre aseguró, además, que ante problemas de salud llevaba a sus hijas a diferentes centros de salud, pero los que detalló informaron que no tenían constancia de haberlas atendido. También, añadió el director del Zona Norte, tenían incompleto el esquema de vacunaciones obligatorias.
El padre de las pequeñas, sobre quien pesa una prohibición de acercamiento al hogar, se mostró sorprendido por el mal estado de las chicas y mencionó que quiere hacerse cargo de ellas, lo mismo que una abuela. La Dirección de Niñez es la que decidirá luego de estudiar el cuadro familiar y entrevistar a las niñas.