El Concejo Municipal estudia propuestas de reducción y eventual suspensión del uso de vajilla descartable no biodegradable en el comercio local. En cambio, proponen la utilización de materiales alternativos, más respetuosos del medioambiente.
La concejal Marcela Aeberhard presentó una iniciativa a sus pares para estudiar la viabilidad de retirar progresivamente la vajilla descartable no reciclable del circuito comercial y gastronómico santafesino, en consonancia con otras ciudades del mundo que ya tomaron recaudos para reducir la contaminación ambiental por plásticos.
En este sentido, la edil explicó que su iniciativa “tiene que ver con la eliminación progresiva de lo que son sorbetes, cuchillo y tenedor y vasos plásticos, en todo lo que uno puede entender que se lo ofrecen en forma muy discrecional cuando vas a un kiosco o cuando vas a cualquier espacio donde no se tiene conciencia del material, lo que cuesta degradarse”. “Un sorbete -añadió- demora entre cien y 500 años para poder degradarse”. Por eso, consideró que “tiene que haber una reducción progresiva y hasta una eliminación, así como en su momento lo empezamos a hacer con las bolsitas plásticas”.
En tanto, informó que el Concejo recibió iniciativas similares de los concejales Luciana Ceresola y Carlos Suárez, “en la idea de empezar a tomar conciencia de algo que sobre todo los jóvenes están demandando, políticas publicas vinculadas a cuidar el medioambiente, que es una responsabilidad de todos”. “Esto es un programa de concientización que no solamente tiene que ver con esta prohibición gradual sino con acciones muy puntuales que tienen que ver claramente con empezar a utilizar más el vidrio, cartón o papel que se pueda reciclar”, manifestó Aeberhard. En tanto, aseguró que “ya hay Pymes nacionales, que tienen vasos de cartón” y “sorbetes biodegradables.
“Apelamos a esa renovación, una acción colectiva de limpiar en tres horas parte de la Laguna Setúbal, media tonelada de plástico quiere decir que debemos esforzarnos mucho más por generar conciencia, en organismos públicos, privados, en los sectores gastronómicos”, insistió la edil.
Finalmente, adelantó que también presentó un proyecto relacionado con el uso racional del papel, ya que “el papel blanco es mucho difícil también de biodegradar que un papel que tiene otra tonalidad”. En relación a esta propuesta, indicó que ya se usa en algunos organismos, como el Registro Civil, y que tiene que ver “primero, con utilizar más racionalmente el papel, usarlo doble faz, y recolectarlo en espacios para que toda la administración pública y sus entes descentralizados puedan tener un lugar para que rápidamente sea reutilizado y reemplazar el papel blanco por el otro, que es biodegradable, y tener por ejemplo en lo que son recibos de sueldo y todo lo que la administración hace pase a soporte digital”.