Gladys “La Bomba Tucumana” fue entrevistada la semana pasada en “Intrusos” donde le contó a Jorge Rial que sufrió bullying en su paso por el programa “Bailando por un sueño”. En su relato tuvo un desafortunado comentario al describir las situaciones de bullying que sufrió: “Me decían empanada, negra villera, sucia, patasucia, ladrona, gorda, cerda, la mamá de Morena Rial”.
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“No sabés cuánto me atacaban en las redes. Si hay alguien que sufrió bullying cuando estuve en el Bailando, fui yo. No creo que haya ser humano que lo haya sufrido como yo, que tuve que llamar a médicos y ambulancias porque tenía una depresión tremenda que hasta me quería tirar de una ventana”, dijo y agregó: “La gente que se sienta detrás de un teclado o se sienta con un teléfono a opinar y escribir cosas horrenda de un ser humano, no sabe el daño que causan. No sólo a mí, sino que ya me di cuenta que es con todo el mundo”.
En ese momento Rial no hizo ninguna apreciación y se concentró en el testimonio de su invitada. Pero pasados unos días, fue Morena Rial la que compartió un sugerente texto en sus redes sociales.
“Ella ya no hacia caso a lo que decían, ya no perdía el tiempo en tonterías, solamente sonreía, sonreía, sonreía”, escribió en su cuenta de Instagram junto a una foto en primer plano de su rostro.
La frase no es de ella, ni tampoco de una canción, sino que se trata de un poema de Kelbin Torres, titulado “La magia del amor”. Se trata de un joven poeta, oriundo de Honduras, que asegura que su propósito de vida es “acariciar el alma de todos aquellos que andan en busca de un poco de paz y esperanza”.