El caso que movilizó a todo el país, la historia de Kiki, vuelve a tener una página en la justicia y las noticias no son las mejores. El padre postizo, quien tenía la guarda con fines adoptivos, decidió renunciar a la misma y presentó sus razones en Tribunales.
Se trata de los Gigliotti-Morla, la pareja que luchó en todos los medios para que le restituyan al menor Kiki, luego de haberse constituído como “familias solidarias”. De hecho, los Gigliotti habían ido por más y se fijaron el objetivo de lograr que Kiki pudiera vivir con su hermanito. Pero hoy todos se sorprendieron al conocer el fallo que ordena que los menores queden a cargo de la señora Cristina Morla ya que Gigliotti “renunció” a ellos.
Según se explica en el documento, la decisión de Gigliotti de renunciar a Kiki y su hermano es porque ya no está en pareja con Morla.
La Justicia define entonces arbitrar los medios para que los menores, quienes están atravesando su primera infancia, queden a cargo de la mujer hasta tanto se defina su situación de adopción.
El caso vuelve a conmocionar a Santa Fe. Antes era porque la justicia no facilitaba la unión de esta familia y ahora, sorprende porque después de tanta lucha, uno de los padres decide abandonar la causa.
El caso
Kiki había llegado a la casa de Cristina Morla y Sergio Gigliotti en junio de 2016, cuando tenía un año y nueve meses. La Justicia había determinado que no podía seguir al cuidado de su madre biológica (una mujer con serios problemas psiquiátricos) y, hasta tanto se resolviera su situación definitiva, debía permanecer con una de las llamadas “familias solidarias”. Es decir, familias que se ofrecen a cuidar a estos niños transitoriamente, a sabiendas de que no podrán adoptarlos.
Pero los tiempos se extendieron y el camino se empantanó: la familia terminó pidiendo la adopción de Kiki y la Justicia ordenando que “lo devolvieran”. Kiki, entonces, fue a vivir a la casa de otra “familia solidaria”, en San Carlos, Santa Fe, en la misma manzana en la que una tercera “familia solidaria” cuida de su hermano.
Luego de cuatro meses de idas y vueltas judiciales, la Sala Segunda de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial decidió que el niño debe volver con la familia que lo cuidó durante un año y siete meses. “Nos restituyen a Kiki hasta tanto se resuelva su adopción”, dijo Sergio Gigliotti,