Se cumplen 25 años de la reforma constitucional de 1994, la cual introdujo modificaciones sustanciales en nuestra Ley fundamental. La enmienda a la constitución fue producto de las transformaciones que la vida política argentina empezó a transitar desde la restauración de la democracia en 1983.
Durante el gobierno de Raúl Alfonsín se creó el Consejo para la Consolidación de la Democracia que elaboró algunas de las propuestas que finalmente se materializaron en 1994. Modificar normas existentes y crear instituciones modernas que fueran capaces de adecuarse a los nuevos tiempos era una tarea impostergable. La reforma fue el producto de extensos debates que tuvieron como propósito fortalecer y consolidar el sistema democrático, afianzar la independencia de la justicia, atenuar el presidencialismo, rediseñar el régimen federal para favorecer el desarrollo y dotar de jerarquía constitucional a tratados internacionales en materia de DD.HH.
Luis Alberto “Changui” Cáceres, convencional constituyente en el año 1994, dijo en Estilo EME que de aquel trabajo se hace “un balance positivo a raíz de la reforma de la Constitución Nacional adhiriendo a los tratados internacionales, la igualdad de género que quedó abierta y los controles del sistema democrático“.
Para el constituyente radical, lo más importante fue la participación de todo el arco político lo que validó la convención y así “pasó a ser una Constitución de todos y no de una porción de la ciudadanía como la del ’49 o ’58“.
Además, el “Changui” Cáceres destacó la madurez que tuvo el movimiento político en aquel entonces porque “desde que se eligen convencionales se hace soberana la reunión y se puede hacer cualquier cosa. Por eso se demostró seguridad nacional en la modificación”.