A más de 30 años del femicidio de Alicia Muníz, la diva blanqueó un hecho de violencia que se verá reflejado en la serie de Space
En el noveno capítulo de la miniserie Monzón (Space) que se vio el lunes a las 22, vuelve a tener a Susana Giménez como una de las protagonistas mientras Monzón defiende por décima cuarta vez el título mundial en el ring, al borde del año 1978.
La violencia machista y con paliza incluida se apodera de la relación sentimental. La vida del ex boxeador comienza en declive entre el alcohol, el glamour de la farándula. Los insultos y los golpes comienzan a ser casi moneda corriente en la relación con Susana.
A más de 30 años del femicidio de Alicia Muníz, última pareja de Monzón, recién días atrás la diva blanqueó un hecho de violencia: “Una vez fui golpeda por Monzón y fue en Nápoles“. En la realidad, Susana en una nota de dos semanas atrás a un semanario del corazón reconoció que “Monzón me pegó en Nápoles“. En el capítulo del lunes se recrea la escena de violencia de género, aunque distinto del contexto que contó Susana.
La conductora en su relato no entra en detalles, en la ficción se toma la licencia de contar el hecho de violencia en Francia. Susana ingresa y egresa de un hospital con anteojos negros para que los médicos revisen si no hay lesiones más graves. Claro que ante los médicos, Susana intenta disimular su padecimiento.
El mérito de la ficción, además de la excelente factura técnica, gran despliegue de producción y un casting impecable (la elección de Monzón joven, Mauricio Paniagua, y el adulto, Jorge Román, merecen un párrafo aparte), al producción decidió no escatimar temas por más espinosos que resulten. En el caso de Susana Giménez, el guión es respetuoso de la verdad sin ser condescendiente con los dichos de la diva. Susana si bien coincide con los reclamos de Ni Una Menos, nunca hizo de eso su bandera como algunas de sus pares. Susana prefiere más la reserva.