El documento brinda herramientas para orientar una recepción y asistencia atenta, respetuosa y libre de prejuicios.
Autoridades de la Secretaría de Gobierno de Salud y UNICEF presentaron el documento “Atención de niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas”, una serie de lineamientos para facilitar la asistencia y los recursos necesarios para ofrecer una atención de calidad, integral, humanizada y respetuosa de los derechos de las niñas y adolescentes.
La apertura de la jornada estuvo a cargo del secretario de Promoción de la Salud, Prevención y Control de Riesgos, Mario Kaler; la directora nacional de Maternidad, Infancia y Adolescencia, Diana Fariña; y en representación de UNICEF Argentina, Julia Anciola.
“Esta guía no es solo necesaria sino que, en un marco difícil, es muy valiente. Y este material además está asociado a otros trabajos que se han hecho, como el trabajo interministerial con Educación y con Justicia por abuso sexual y Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), que junto a Educación y Desarrollo Social estamos trabajando en la prevención del embarazo no intencional en la adolescencia”, aseguró Kaler y sostuvo que “va a ser un instrumento a nivel nacional, y esperamos que tenga mucho asidero en las provincias y lo tomen como una política de salud”.
Por su parte, Fariña dijo que “según los datos de 2017, que son los últimos que tenemos, nacieron 2.493 niños de madres menores de 15 años, que corresponde a 0,35% de todos los partos. Ahora, como ustedes saben, hay provincias que tiene tres veces esa proporción (1,1%), y tres provincias que tienen dos veces ese indicador. O sea que todavía tenemos un camino largo por recorrer”.
La funcionaria nacional agregó que “de los 2.493 hijos de madres de menos de 15 años, 500 nacieron de mamás o niñas, de 10, 11, 12 y 13 años. Estas 500 niñas fueron probablemente a consultar a un centro de atención primaria, donde primero la atendió un pediatra o un generalista, por eso es tan importante el rol de las personas y los profesionales que están en el primer nivel de atención. De detectar, de estar atentos a los signos totalmente inespecíficos de una niña de esta edad que probablemente transitó una situación de abuso y está embarazada. Este material lo hicimos justamente para eso, para que el profesional se sienta guiado sobre cuáles son los pasos a seguir en lo que tiene que ver con la Justicia, con la parte médica, con la parte de protección social, con la parte de derechos que tienen estas niñas embarazadas”.
Finalmente, Anciola afirmó que desde UNICEF “celebramos el compromiso de la Secretaría de Gobierno de Salud de coordinar este trabajo interinstitucional para priorizar la salud de las niñas y adolescentes. Nos parece muy importante acompañar todas las políticas que tengan en cuenta las garantías de derechos de estas niñas y adolescentes”.
El material está dirigido, principalmente, a integrantes de equipos de salud y a los demás organismos del Sistema de Protección Integral de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes que tienen la responsabilidad de detectar y asistir a niñas y adolescentes con capacidad de gestar que están en situación de embarazo. Además, traza una ruta de atención para la recepción y asistencia atenta, respetuosa y libre de prejuicios que garanticen el cumplimiento de los derechos sexuales y derechos reproductivos consagrados por la Constitución Nacional y los tratados de derechos humanos.
Luego de la apertura, el coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia (PNSIA), Juan Carlos Escobar, fue el encargado de presentar el documento y sus lineamientos para facilitar los aspectos asistenciales, la adecuación de escenarios y los recursos necesarios para ofrecer una atención de calidad, integral, humanizada y respetuosa de los derechos de niñas y adolescentes con capacidad de gestar en situación de embarazo.
“Entre otros factores, el embarazo en chicas menores de 15 años, es resultado de la ausencia del poder de decisión; teniendo en cuenta sobre todo que la gran mayoría de los embarazos a esta edad son producto de abuso sexual y, como se sabe, mucho de éstos tienen que ver con el ámbito intrafamiliar o del entorno cercano de la niña o adolescente”, afirmó Escobar.
El coordinador del PNSIA aseguró además que “la evidencia científica da cuenta sustentablemente de que el embarazo a esta edad tiene mayores riesgos para la salud física, como así también para la salud mental y social. Estas chicas pueden hasta cuadriplicar la mortalidad durante la gestación, así como también la morbilidad materna”, por lo que espera que este material pueda “dar herramientas sumamente sencillas y operativas que orienten el trabajo cotidiano de los equipos de salud ante estas situaciones”.
Como cierre de la presentación se desarrolló el conversatorio “Aportes para el abordaje de la atención de niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas”, moderado por la coordinadora técnica del Plan Nacional de Prevención y Reducción del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), Silvina Ramos, del que participaron la investigadora independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género (IIEGE/UBA), Mónica Gogna; y la jefa del Servicio de Obstetricia del Hospital Álvarez, Analía Messina.
El embarazo en adolescentes menores de 15 años, y el abuso y la violencia sexual como su potencial causa, son problemas de salud pública y de derechos humanos que generan graves consecuencias biológicas, psíquicas y sociales. Durante 2017 hubo en Argentina 2.493 partos de niñas y adolescentes de menos de 15 años.