Esta nueva técnica copia las características del rostro de la persona y asegura los injertos de piel en las zonas dificultosas de la cara
Por primera vez en el mundo, cirujanos plásticos del Hospital Italiano de Buenos Aires crearon una máscara 3D que reproduce las características del rostro y mejora los resultados de la reconstrucción facial en casos de quemaduras profundas.
Esta nueva técnica utiliza tecnología de simulación combinada con impresión tridimensional para fabricar una careta personalizada que copia las características del rostro de la persona y asegura los injertos de piel en las zonas dificultosas de la cara.
Según explicó Hernán Aguilar, creador del método, a la agencia de noticias Télam, “cuando un paciente se quema la cara, lo primero que hay que hacer es retirar la piel muerta. Luego nosotros escaneamos los rasgos faciales e imprimimos una máscara de ácido poliláctico, un polímero 100% biodegradable que se fabrica a partir de recursos renovables como el maíz, la remolacha, el trigo y otros productos ricos en almidón”.
Aguilar, que tiene 42 años y estudió en la UBA, es médico del servicio de Cirugía Plástica y coordinador quirúrgico del Área de Quemados de la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos del Italiano, y, según aseguró, la técnica que desarrolló junto a Horacio Mayer, subjefe del servicio de Cirugía Plástica de ese hospital, “no había sido descripta hasta ahora en la literatura médica mundial”.
“Una vez que la máscara está impresa, proceso que demora entre 13 y 18 horas, se le aplica al paciente una membrana artificial de origen bovino, que se usa comúnmente en quemaduras, y encima se coloca la impresión, que se retira a los 21 días, cuando la piel está prendida”, retomó Aguilar.